La “falta de visión y colaboración” de funcionarios de la administración de Fernando Alvarado Rangel impidió que el Lago de Cuitzeo, el segundo más importante de México, fuera declarado como sitio Ramsar desde el 2012 y desde entonces han pasado ya 11 años sin acciones importantes para su recuperación y conservación, señaló el Dr. Guillermo Barba Calvillo, docente e investigador del Departamento de Ciencias Ambientales, del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, de la Universidad de Guadalajara.
Durante su conferencia “Cuencas y Humedales”, una de las charlas del Curso-Taller de Educación Ambiental para la sustentabilidad de los humedales que impartió a docentes de Zinapécuaro la organización Ducks Unlimited de México (DUMAC), junto con la UdeG, el experto en medio ambiente lamentó que por la falta de compromiso gubernamental no se haya concretada la incorporación del Lago de Cuitzeo al catálogo de sitios Ramsar, el tratado internacional de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que sirve de marco para la acción nacional y la cooperación internacional en pro de la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos.
“En el 2012 estuvimos trabajando aquí en Michoacán y tratamos de conseguir que el Lago de Cuitzeo se declarara sitio Ramsar, pero gente del municipio se levantó y delante de nosotros le preguntó al alcalde de ese entonces por qué tendría que venir gente de fuera a decirles qué hacer. Así que la Universidad de Guadalajara determinó retirarse y desde entonces, pasaron estos 11 años y no se ha hecho nada”.
“Ahora se está trabajando para que Cuitzeo pudiera entrar a la brevedad en este tipo de declaratoria, para sumarnos a este proyecto del cuidado del agua, porque finalmente los humedales representan la captación del agua que todos usamos”.
El también presidente de la Academia de Medio Ambiente de la UdeG y director del Laboratorio Laguna de Sayula, además de representante en Jalisco de Ramsar, señaló que en Michoacán, sólo el Lago de Pátzcuaro está declarado actualmente como sitio Ramsar, por lo que es el único en el que se ejecutan acciones y estrategias de protección y cuidado para evitar su degradación y contaminación.
Señaló que en México se cuenta actualmente con 154 sitios Ramsar, entre ellos 41 humedales marinos, 17 artificiales y 40 continentales, incluyendo algunos oasis ubicados en el desierto, en la parte norte de nuestro país.
Lamento que los gobiernos municipales no se acerquen a organismos internacionales como Ramsar para proteger y conservar sus humedales.
“En este momento no hemos tenido más acercamiento que el de Cuitzeo y Huandacareo, éste, municipio que tiene una zona muy importante de manantiales, además de que es parte de la cuenca del Lago de Cuitzeo; de allí en más, no hay ningún acercamiento de algún otro municipio”.
Además, llamó a la comunidad académica de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) a involucrarse en este rescate del Lago de Cuitzeo, como lo hacen la UdeG y las organizaciones Ducks Unlimited de México (DUMAC) y North American Conservation Act (NAWCA).
“La UMSNH es una de las más importantes de México y sé que tiene personal académico altamente sobresaliente en diferentes áreas de la biología, así que tenemos una extraordinaria oportunidad para vincularnos las dos universidades (UdeG y UMSNH) e incluso algunas otras más, sean privadas o públicas. El trabajo con humedales en México indica que cada vez necesitamos más la suma de los académicos para el aspecto técnico: identificar indicadores, censos de poblaciones de aves, peces, insectos; cuestiones forestales, etc., porque obviamente, una sola universidad, no importa cuál sea, no lo sabe todo”.
Además, en términos de logística “es más fácil que trabajen las universidades locales, porque su propia gente es local, los alumnos allí viven y están identificados con la situación ambiental de cada región”.
Sobre los sitios Ramsar en México, explicó que: “se encuentran en la costa de Jalisco, además de Chapala y Sayula; en Baja California; Yuriria, en Guanajuato; una parte de la Cuenca Lerma-Chapala; en Yucatán; Nayarit; etc, y afortunadamente las autoridades de México se han sumado y coordinado, no sólo en declararlas, porque el detalle no es sólo eso, sino tener acciones de conservación”.