Ante la mirada de propias y extraños, Jesús de Nazareth recorrió el camino a la cruz entre azotes, escupitajos, insultos y el desprecio de su pueblo, para entregar su vida en la cruz, así, se vivió el Viacrucis Viviente de Charo en su edición 2023 renovó la fe de las y los charenses al presenciar el histrionismo y voluntad, además del corazón que sus más de 70 actrices y actores hicieron patente en escena al desarrollar con éxito sus personajes tras 4 meses de ensayos y sacrificios, para escenificar el hecho que marcó la historia de la humanidad, separándola en un antes y un después de Cristo (a,C, y d.C.)
La grey católica local y cientos de visitantes abarrotaron al atrio de la parroquia local, donde se montó un escenario “ad hoc” a la época del imperio romano, donde el hijo del carpintero fue enjuiciado por el Sanedrín judío, después de que Poncio Pilatos y Herodes, gobernador y Rey de Judea, respectivamente, se deslindaban de la responsabilidad entregándolo, tras lavarse las manos Poncio Pilatos, y entregarlo a los judíos, para que lo juzgaran con la ley judía en la mano.
El dolor se reflejaba en el rostro del nazareno, que acusado de ser un hechicero y mentir a la gente al presentarse como rey y salvador del mundo, fue entregado y azotado por los soldados romanos para ser azotado antes de iniciar el camino al Gólgota -monte de la calavera en castellano- donde finalmente entregó el espíritu mencionando la conocida frase salpicada de duda y dolor: “Padre mío, por qué me has abandonado”.
Antes, el salvador del mundo sufrió el desprecio de los romanos y también de sus hermanos judíos, quienes no entendieron el mensaje de salvación de aquel que vino para rescatar del pecado a la humanidad, por ello dijo a Pilatos que su reino “no es de este mundo”.
Señalan las escrituras que Jesús…”herido fue por nuestras rebeliones y molido por nuestros pecados, el castigo de nuestra paz fue sobre él”, ello fue crudamente representado por el hijo de María cuando fue azotado, abofeteado y jalado del cabello por los soldados para llevarlo casi inconsciente al pie de la cruz en un doloroso recorrido que levantaba sollozos entre la audiencia, de tal manera que alguien desde el público gritaría en determinado momento “ya estuvo, déjenlo, no se pasen”.
El dolor de María apachurró también el corazón y traslado a muchos a los años del dominio romano en el mundo de aquella época, donde el sufrimiento debió ser mucho más para la madre de un reo de muerte que entre llanto y dolor limpiaba sus lágrimas con las ropas de su amado hijo, que los soldados dejaron en el lugar de tormento.
Así, el mesías inició un penoso recorrido al Golgota, a donde llegó al punto de desfallecer acompañado por los ladrones Dimas y Gestas para ser crucificado con ellas descendiendo a su nivel como muestra de su humildad, donde antes de entregar su alma al altísimo, perdonó a uno de los ladrones con un “hoy estarás conmigo en el paraíso”, enseguida invocó al Padre entregándole su espíritu… decretándose el “consumado es”.