Celebra Santa Ana Maya 155 años como Municipio

Encabeza el presidente Omar Vega Calderón el aniversario de elevación a Municipio de la ex tenencia de Cuitzeo.

“Hoy, en este aniversario, invitamos a todos los ciudadanos a seguir sumando esfuerzos para que juntos, sociedad y gobierno, hagamos de nuestro Santa Ana Maya, un mejor municipio para todos”, expresó el presidente municipal, Omar Vega Calderón, con motivo del CLV Aniversario de la elevación a municipio.

La belleza de Santa Ana Maya, un municipio de gente noble y trabajadora.

La conmemoración  del CLV Aniversario estuvo encabezada por Omar Vega Calderón, presidente municipal de Santa Ana Maya, acompañado por la síndica Guadalupe Ferreyra; Mario Calderón Arcos, secretario del Ayuntamiento; además del cuerpo de Regidores y el orador invitado, maestro y cronista de Santa Ana Maya, Alejandro Mercado Villalobos.

Por la tarde se celebraron diversos actos culturales y la conmemoración se cerró por la noche con un baile en la Plaza Principal.

“Celebramos 155 años de historia, cultura y tradiciones. La historia de miles de hombres y mujeres que nos han heredado un legado de identidad y costumbres que enriquecen nuestro patrimonio cultural como pueblo”, expresó el alcalde Omar Vega.

“Somos afortunados de haber nacido en este pedazo de tierra fértil, donde la gente es buena, amable y cálida por naturaleza. Hoy, en este aniversario, invitamos a todos los ciudadanos a seguir sumando esfuerzos para que juntos, sociedad y gobierno, hagamos de nuestro Santa Ana Maya, un mejor municipio para todos”, expresó.

“Contar con gobierno propio, lograr celeridad en la impartición de justicia y promover el desarrollo de la región en materia económica, social y cultural” fueron algunas de las razones por las que hace 155 años el Congreso del Estado concedió a Santa Ana Maya la categoría de Municipio, concediéndole su autonomía de Cuitzeo, expresó el cronista Alejandro Mercado Villalobos.

“Hasta abril de 1868, la región del actual municipio de Santa Ana Maya dependió en lo político de Cuitzeo. De esta manera, los asuntos de gobierno relacionados al desarrollo local debieron atenderse siguiendo los mandatos, precisamente, de las autoridades de Cuitzeo”, explicó el cronista.

En la nueva Ley Territorial y propuesta de autonomía de Santa Ana Maya, “una región nacionalista que siempre había apoyado el proyecto liberal encabezado por Benito Juárez, se incluyeron datos respecto a la extensión territorial y las comunidades que componían la zona: las tenencias de Santa Ana Maya y Huacao, y los ranchos La Lobera, Carrizal, Potzundareo, El Cuervo y Tayo; en su conjunto 56 pueblos que hacían un total de 5,500 habitantes”.

“Contar con gobierno propio era un beneficio inherente para establecer la Municipalidad, ya que aquello representaba una oportunidad de desarrollo regional en diversos ramos, principalmente el económico habría de fortalecerse, pues al manejar recursos propios hacía posible destinarlos a beneficio social sin tener que pasar por filtros de autorización en la cabecera”, destaca el orador.

Luego de superados algunos conflictos entre Huacao y Santa Ana Maya, “pudo más el patriotismo que les unía, pues se habla de la simpatía al régimen liberal; el enfrentamiento de enfermedades y epidemias, especialmente el cólera; el culto religioso en sus recintos católicos y otras cuestiones, una de ellas, el comercio y la posición geográfica privilegiada de Santa Ana Maya”.

“El proceso culminó con la publicación de la Ley número 30, de 10 de abril de 1868, que estableció la división del territorio estatal en 17 distritos, 75 municipalidades y 216 tenencias. Al distrito de Morelia correspondió el Municipio de Santa Ana Maya, cuya cabecera fue el pueblo del mismo nombre, e incluyó la tenencia de Huacao, y los ranchos La Lobera, El Carrizal, Mesa Rica, Cuervo, Tayo y Potzundareo”.

Hoy, Santa Ana Maya es uno de los 113 municipios michoacanos, con una extensión territorial de 102.25 kilómetros cuadrados, con una población de 12,812 habitantes según el censo del Inegi en 2020 y con una gran parte población migrante que labora en los Estados Unidos, desde donde colabora en el desarrollo social, económico, cultural y educativo del municipio.