“En estos tiempos complicados, de violencia, el arte y la cultura es lo único que puede salvarnos, es la herramienta que puede sacarnos adelante”, expresó María Teresa Cruz, al presentar el libro biográfico “Yo, Pedro Cruz”, destacado pintor y muralista mexicano, nacido en Santa Ana Maya.
El legado de Pedro Guadalupe Cruz Castillo (1912-2004) inició en los retablos de la iglesia de Santa Ana Maya y al final quedó plasmado para la posteridad en murales e iglesias de Michoacán, Guanajuato, Ciudad de México, Sinaloa, Chihuahua, Coahuila e incluso en los Estados Unidos, dejando para la historia un testimonio valioso del muralismo mexicano.
Con la nostalgia de visitar la tierra donde nació y vivió sus primeros años, procedente de Acámbaro, Guanajuato, donde radicó el maestro Pedro Cruz, la señora María Teresa Cruz Álvarez presentó el libro biográfico sobre el destacado pintor y muralista mexicano, en una actividad enmarcada en las actividades culturales de la Feria que se realiza en el marco de las Fiestas Patronales de Nuestra Señora Santa Ana.
“Es para mí un honor venir a la tierra de mi padre y mía misma -porque yo nací aquí en Santa Ana Maya-, a presentar este libro, en el que narro la vida de mi papá pero contada por él mismo, así que es como una autobiografía”, explicó.
El maestro Pedro Cruz nació en Santa Ana Maya, el 28 de febrero de 1912. Estudio pintura en la Academia de Bellas Artes de San Carlos, en la capital del país. Fue maestro de artes plásticas en escuelas rurales de varios estados del país y trabajó en un taller gráfico, donde hizo el diseño de la popular cajetilla de cigarros “Faros”, de Tabacalera Mexicana, así como el logotipo de las pastillas de menta “Usher”, para continuar con su legado en retablos de iglesias también en varios estados del país.
“Los últimos cuatro años de su vida los pasé cuidándolo y me platicaba todas esas anécdotas de su vida, que me pareció que debía compartir con las nuevas generaciones para que lo conozcan y a su legado que nos dejó”, agregó su hija y autora del libro, ante una serie de cuadros que con parte de la obra del maestro Cruz se expusieron en la plaza principal, frente a la presidencia.
“La gente en Santa Ana Maya lo reconoce, lo aprecia mucho y valora su obra, incluso los jóvenes y los visitantes aprecian sus retablos en el templo”, indicó la señora Cruz, a quien acompañaron algunos de sus 5 hermanos a la presentación del libro, todos, radicados en Acámbaro.
“Dejó muchos retablos y murales en diferentes partes del país y del extranjero, pero los de la Parroquia de Nuestra Señora de Santa Ana son los más importantes y más valiosos”, interviene Omar Vega Calderón, alcalde.
Sobre sus motivaciones, la autora María Teresa Cruz expuso: “En estos tiempos complicados, de violencia, el arte y la cultura es lo único que puede salvarnos, es la herramienta que puede sacarnos adelante del atolladero en que estamos metidos como país. Me animé a escribir como un homenaje a mi papá, a la vida de artista que tuvo y también como un homenaje a Santa Ana Maya, porque es tierra de artistas y es también un agradecimiento a Dios porque me dio unos padres maravillosos”.