Para todo viajero de visita en Morelia, sea por negocios, trabajo o placer, es casi obligatorio visitar una tienda de dulces regionales, donde podrá degustar la gran variedad de ates, laminillas, rollos, guayabates, o los novedosos quilates que Estrella Dorada ofrece al público en su presentación picante o natural; dulce de leche, mazapanes, cocadas, alfajores, jamoncillos, checolines y palanquetas. Una gama de productos con los que la empresa busca endulzar el mercado internacional.
El ate proviene de España y data de inicios del siglo XX en Morelia, donde don Luis Torres Villicaña abrió una fábrica que tomó arraigo y se consolidó en el paladar de la gente, teniendo en la década de los años 80 su máximo esplendor en ates y laminillas, de la mano de los “ates” del Atlético Morelia, donde don Luis regalaba ates que aventaba a los aficionados en tribunas.
El repunte se atribuye a Felipe de Jesús Torres Calderón, hijo de don Luis, quien en 1969 con apenas la mayoría de edad compra la factoría, impulsando un cambio que levantó a Estrella Dorada a niveles de prestigio que a más de medio siglo de distancia, Aarón Torres Tena, tercera generación como director general la empresa, tiene la tarea de mantener.
A casi 89 años de ser la cuna del ate fino, consolidada como la fábrica de ates más antigua de Morelia, el joven administrador tiene en mente retomar en un mediano plazo los años de máximo esplendor de la dulcería y llevarla al ámbito internacional. El ambicioso plan contempla la apertura de tiendas de distribución y venta en Estados Unidos y otros países de América; la expansión incluye Europa y Asia, reveló en entrevista el joven directivo.
De cara a lo que será el primer centenario de la fábrica, donde ya prevé encabezar los festejos, Torres Tena recuerda que, en sus inicios su abuelo Luis inició elaborando y vendiendo garapiñados, nueces y cacahuates. Originario de Puerto El Tigre, don Luis Torres recordó que, en su terruño, un bello sitio rural de Michoacán, la elaboración de ates ya era tradición familiar, así que buscó una buena receta para procesar el dulce, después empezó con un hermano a elaborar ates y más tarde adoptó el nombre de Estrella Dorada al separarse de su consanguíneo, para fundar su empresa.
La receta tiene su origen en el paste de membrillo en España, es este fruto al que debe su creación el ate, debido a que Michoacán produce mucho membrillo, facilitó el desarrollo de la receta; de ahí surgieron sabores como guayaba, durazno y tejocote, “otras frutas no tienen la textura ni el sabor para elaborar ates, tendríamos que meter químicos y acelerantes para hacerlo más parecido a un ate, y para nosotros ya no sería una receta original, los tradicionales son el membrillo y la guayaba”, resalta Aarón.
El quilate, es el producto más reciente, surgió de la merma o “recorte” que se obtiene tras elaborar ates; este se corta en pequeños cuadritos y se elabora con o sin chile, que da como resultado “una explosión de sabor muy rica”. Hay más ates, pero si quieres un ate de buena calidad llévate una Estrella Dorada, que es elaborado con la receta original y la más antigua, invitó el empresario.
Estrella Dorada busca brillar internacionalmente, para ello tendría que mejorar en infraestructura y otros temas, para seguir siendo reconocido como uno de los mejores ates de México, aunque se adquiera en cualquier otro país, “es un proceso lento, pero si la empresa tiene casi 100 años, no tenemos prisa en reforzar rápidamente una marca, ello implicaría quitar fuerza al valor y la calidad que ha tenido Estrella Dorada”, finalizó.