En la esquina de las calles Epitacio Huerta y Melchor Ocampo, en la cabecera municipal de Chucándiro, se ubica la tienda del Gorupo, donde se vende el mejor pan sobado de la región.
Diario, aquí y solo aquí, se venden cuatro canastos completos de pan; toda una tradición familiar que inició don Jesus Aguirre Calvillo y que ha trascendido generaciones.
El pan sobado se acostumbra con chocolate, champurrad, atole de limón o avena, nos comparte Cristina Salinas Morón.
Es un pan de sal, más grande que el normal y más caro. No es bolillo, este lleva más manteca; es pan más especial, no como el corriente, que es reseco.
Aurora Aguirre Morales aprendió su abuelo y luego de su padre la elaboración del pan sobado, que es saldado, así como del pan de huevo, que es dulce, que se ha convertido en la especialidad de la tienda de Gorupo.
Actualmente su hija, Karla Paola, es quien se encarga de la tienda y de comercializar el pan que se elabora desde un día antes para ser cocido en horno de leña y salir calientito todos los días a las seis de la mañana. “Así, calientito, se come sin sentir”
En diciembre, aseguran, hacen falta manos para cubrir la demanda, pues la presencia de los migrantes se nota y deben hacer el doble de piezas; aún así, la gente se rasguña y arrebata el pan, incluso, hay quienes esperan hasta una hora para alcanzar pan. Y siempre faltan
Del pan de la tienda de Gorupo también se encuentran monas, torrejas, jitomates y conchas, que son una delicia al paladar.