Aspirantes a alcaldes, diputados locales o federales hacen uso de argucias ilegales y hasta inmorales con tal de candidatearse rumbo a las elecciones generales del 2 de junio próximo. El caso más polémico, por el elevado cargo que dejó es el de Cuauhtémoc Blanco Bravo, gobernador con licencia de Morelos, quien abandonó el cargo para ir en pos de una diputación federal.
El “Cuau” tuvo el apoyo del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, quien lo postuló como integrante de la comunidad LGBT. Solo hay un detalle: Blanco usurpa acciones afirmativas del Instituto Nacional Electoral (INE) para obligar a los partidos políticos a postular integrantes de grupos minoritarios: diversidad sexual, indígenas, discapacitados y migrantes. Abierta esa puerta Morena asignó la candidatura por la Cuarta Circunscripción –a la que pertenece Morelos- a Héctor Mora Zermeño, un militante LGBT.
Luego de pedir licencia al Congreso local, Morena “le abrió cancha” al controvertido exgobernador para que el fuero de una diputación le permita librar la cárcel, pues la fiscalía morelense le prepara varias carpetas.
Por ello y sin el mínimo respeto a la comunidad LGBT, el dirigente nacional de Morena pidió al INE sustituir el nombre de su candidato: Héctor Mora Zermeño, por el de Cuauhtémoc Blanco.
Con acciones similares, aspirantes y partidos de distintos colores han ocasionado protestas de la diversidad sexual, discapacitados y otros grupos de la sociedad michoacana ante el Tribunal Electoral del Estado (TEEM), donde fueron impugnadas 25 candidaturas por usurpación de identidad, entre los “tramposos” figura el edil panista de Zamora, Carlos Soto Delgado, quien en contubernio con su partido busca la reelección asumiéndose discapacitado.
La diputada local Julieta García Zepeda (Morena) fue denunciada por su compañero, de partido y Legislatura, Víctor Zurita Ortiz, ya que, solo por usar lentes, ella pretende anotarse en la cuarta posición de la lista de plurinominales de la 4T, ambos van por la misma posición, Zurita acusa que Julieta García no es débil visual y por lo tanto no acredita estar en la lista de pluris, al menos no a través de acción afirmativa.
En el mismo costal se puede clasificar a Fernando Alvarado Rangel, eterno aspirante a la Presidencia Municipal de Cuitzeo y ex edil en varias ocasiones, aunque ésta vez ostenta una candidatura que debería encabezar una mujer en el Pueblo Mágico. Para señalarlo como usurpador se señala su registro como candidato del PAN por la comunidad LGBT, se asume mujer, pero se refiere a sí mismo como “candidato” en promocionales de campaña.
En la misma situación están Héctor Ceja Juárez, candidato a la alcaldía de Peribán, Luis Manuel González por Yurécuaro y Jorge Luis Estrada Garibay, aspirante albiazul a edil de Ecuandureo, todos de Acción Nacional.
La congruencia tampoco reina en el PRI, la secretaria general del Comité Estatal en Michoacán, Xóchitl Ruiz González y 5 candidatos tricolores fueron postulados como supuestos miembros de la comunidad LGBT, ella como candidata plurinominal, el resto aspiran a ser alcaldes: Melitón Naranjo por Salvador Escalante, José Díaz en Numarán; “Polo” Martínez va por Purépero; Juan Carlos Loaiza en Zamora y Filiberto Villagómez en Tzintzúntzan, dicen ser LGBT, pero en sus regiones todos saben que no es cierto.
Xóchitl y sus correligionarios fueron impugnados por Rodrigo Méndez Hernández, militante y presidente de la organización LGBT “Unidos por la diversidad”.