Previo a 2022, una gran parte de la población global ya había desarrollado la práctica y las habilidades necesarias para redactar ensayos de manera autónoma, así como realizar investigaciones minuciosas que no solo reflejan datos y estadísticas, sino también el conocimiento que posee la persona detrás de ellas.
Durante ese mismo tiempo, las palabras “inteligencia artificial” eran simplemente vistas como sinónimo de robots, algoritmos y sistemas programados, e incluso obras de arte conceptuales como la reconocida Can’t Help Myself (2016).
La Presentación de OpenAI al Mundo
Sin embargo, la destruccion de esta idea tan simplificada tomaria lugar el 30 de noviembre de 2022, fecha en la que la empresa estadounidense, OPENAI, introduciria al mundo su modelo de inteligencia artificial por excelencia, ChatGPT, originalmente programado en python, su objetivo inicial era potenciar la creatividad y productividad de su usuario, mision que llega a compartir con su desarrolladora (la ya mencionada OPENAI), compania que ya ha declarado su total enfoque al despliegue y acceso publico de la IA.
Nuestra misión es asegurar que la inteligencia artificial general (sistemas de IA que en general son más inteligentes que los humanos) beneficie a toda la humanidad.
A simple vista, sería razonable asumir que una herramienta así de útil no podría llegar a afectarnos de manera negativa; sin embargo, en menos de tres años ha vuelto a quedar claro que no sabemos usar nuestros propios inventos con moderación. Nos hemos vuelto tan dependientes de esta nueva tecnología que, en la actualidad, miles de profesores se ven forzados a utilizar detectores de IA para asegurarse de que los trabajos entregados por los estudiantes sean de su autoría.
El Legado Clásico del Hombre: La Destrucción
Cabe mencionar que la educación no es la única cuestión que se encuentra en peligro; nuestra pereza y el uso desmedido de esta herramienta también están comprometiendo al arte, algo ya expresado en las múltiples huelgas realizadas por guionistas y escritores en 2023, cuyo propósito principal era proteger la estructura del negocio cinematográfico, así como evitar un reemplazo de gran parte de su obra. En este caso, la IA no solo afecta negocios, sino que directamente amenaza la experiencia humana, así como la capacidad de expresarse libremente sin el uso de palabras.
Además, es importante considerar que numerosos tipos de empleos enfrentan el riesgo de ser reemplazados en el futuro, no solo por el avance acelerado de la inteligencia artificial, sino también por las decisiones estratégicas de grandes corporaciones que, en muchos casos, optan por reducir su plantilla en lugar de generar nuevas oportunidades laborales. Estas empresas, en busca de maximizar sus beneficios, priorizan la eficiencia operativa por encima del compromiso social. Todo lo anteriormente mencionado, al igual que miles de consecuencias imprevistas, son y serán producto de nuestra pereza e incapacidad de usar ciertas herramientas con moderación. En la actualidad, este problema está pasando desapercibido; sin embargo, aún existe la posibilidad de que, en unos años, veamos los resultados de este nuevo panorama.
