El municipio de Huandacareo se encuentra inmerso en la celebración de sus fiestas patronales en honor a San Jerónimo, una festividad centenaria que entrelaza la fe católica con profundas tradiciones culturales e históricas de la región.
Las celebraciones, que se extienden desde principios de septiembre hasta finales de octubre, alcanzaron su punto culminante este 30 de septiembre, con la tradicional Procesión Solemne de la imagen original del santo patrono por las calles del pueblo.
Uno de los rituales más significativos se vivió con el Paseo a El Jaripal, una costumbre que cada año convoca a cientos de devotos. En el marco de las fiestas de 2025, los fieles caminaron más de cuatro kilómetros hasta el cerro, un lugar considerado sagrado, pues la tradición oral narra que allí fue encontrada la bendita imagen de San Jerónimo, la cual era custodiada por un tigre.
El Jaripal funge como punto de encuentro, donde los asistentes comparten alimentos en un acto de comunión, asan carnes y elotes, los tradicionales “pares”, y participan en el rosario y la misa del mediodía, acompañados por música de banda.
La magnitud de la fiesta se refleja en su duración, que abarca casi dos meses, pues San Jerónimo visita diversas localidades del municipio.
La festividad arranca el primer sábado de septiembre con la Bajada de la réplica al Arroyo Blanco, donde la gente le festeja con misas y verbenas. Al día siguiente, el santo inicia una peregrinación por las comunidades de San José Cuaro, Tupatarillo y Tupátaro, donde es recibido con rosarios, novenarios, danzas y palos encebados.
Este primero de octubre Huandacareo descansa tras la Procesión Solemne de la imagen original de pasta de caña y la llegada al templo, seguida por la quema de pirotecnia y el baile popular, poniendo el broche de oro a una de las celebraciones más importantes y arraigadas de la región.
