Presea Constitución de 1814 a un Defensor de Pueblos Indígenas

En el marco del aniversario constitucional, los legisladores otorgaron la Presea Constitución de 1814 a Felipe Orlando Aragón Andrade, un destacado académico, asesor político y jurídico, reconocido por su labor en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, particularmente en el avance del autogobierno y el presupuesto directo.

Durante su discurso de aceptación, Aragón Andrade no pudo evitar unirse a la demanda general de la jornada: la exigencia de justicia por el asesinato de Bernardo Bravo.

“No puedo empezar un discurso sin unirme a lo que ya ha sido recurrente en la jornada del día de hoy, a la demanda, a la exigencia de justicia… que merece como todos los michoacanos y todas las michoacanas, pues justicia y un esclarecimiento lo más pronto posible de lo que ocurrió,” declaró.

El galardonado extendió sus condolencias a la familia y al pueblo de Apatzingán, subrayando que la búsqueda de justicia era un deber en el contexto de la conmemoración.

Y es que los actos conmemorativos por el 211 Aniversario del Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana se vieron empañados por la violencia que azota la región de Apatzingán, especialmente tras el reciente asesinato del líder limonero, Bernardo Bravo.

La jornada, en la que se entregó la máxima presea legislativa, estuvo marcada por la exigencia de justicia y paz, llevando incluso a un grupo de diputadas y diputados de la 76 Legislatura a abandonar la sesión solemne en señal de respeto y solidaridad con el pueblo michoacano.

La Constitución de 1814, documento insurgente

Al reflexionar sobre el significado del Decreto de Apatzingán, Aragón Andrade reivindicó el texto de 1814 no solo por su orden institucional, sino como un “documento jurídico insurgente” y “de ruptura con un viejo orden”, con la aspiración de construir una sociedad más justa y libre.

El académico hizo un llamado a las autoridades presentes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) a trascender los discursos y trabajar conjuntamente, utilizando el conocimiento científico y jurídico, para “dar vida a los derechos de los pueblos y de todos los sectores”.

Aragón Andrade destacó los avances legislativos que han permitido a más de cuarenta comunidades ejercer actualmente el autogobierno y el presupuesto directo, un derecho que calificó de “lucha centenaria”, con raíces en la época de la independencia.

El recipiendario de la presea concluyó su intervención con una clara lección sobre cómo enfrentar los problemas actuales:

“Estos desafíos, estas retos, estos problemas los vamos a poder superar como lo hacen los pueblos, en comunidad, en unidad, no solos, no peleados, no facciosamente, no individualmente”

Aragón Andrade finalizó destacando que los pueblos indígenas han demostrado ser capaces de transformar el Estado mexicano, el cual hoy cuenta con un “cuarto orden de gobierno” construido por su perseverancia, sus alianzas y el buen juicio de las autoridades, instando a “comunalizar más nuestra vida pública”.