Ciudad de México.- Tras cuatro días de intensa protesta que paralizó tramos clave de las autopistas nacionales, los productores agrícolas y transportistas del país han alcanzado un acuerdo con el Gobierno de México para liberar las vías. La medida pone fin a una de las movilizaciones más significativas del sector primario en los últimos años, cuya bandera central es la exigencia de un precio justo y digno para los granos básicos como el maíz, el trigo y el sorgo.
El descontento de los agricultores se gestó a raíz de una crisis de rentabilidad que amenaza la supervivencia de millas de familias dedicadas al campo. A pesar de los altos costos de los insumos (fertilizantes, semillas y diésel), los precios de garantía ofrecidos en el mercado no cubren los gastos de producción, dejando a los productores en una situación de endeudamiento e incertidumbre.
La caída de los precios internacionales y la falta de mecanismos efectivos de comercialización nacional han exacerbado esta problemática, obligando a los campesinos a vender sus cosechas a precios inferiores a sus costos operativos en los últimos dos ciclos agrícolas.
El Frente Nacional por el Rescate al Campo Mexicano informó que, tras la mesa de diálogo del 27 de noviembre, se logró establecer una ruta de trabajo concreta entre campesinos, transportistas y el Gobierno, aunque enfatizaron que ahora “toca vigilar que los acuerdos se cumplan”.
Los puntos centrales de esta negociación, que permitieron la liberación de las carreteras, abordan temas estructurales del sector:
Exclusión del T-MEC: Uno de los compromisos más trascendentales es la instalación de mesas de trabajo para discutir la posibilidad de solicitar la exclusión del maíz y el trigo del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) . Esta medida busca proteger a los productores nacionales de la competencia desleal de las importaciones, permitiendo una mejor planeación y el establecimiento de precios más competitivos internamente.
Esquemas de Crédito y Pagos Pendientes: Se acordó el análisis de tres opciones para nuevos esquemas de crédito agrícola más flexibles y accesibles, indispensables para la siembra. Además, se pactó el pago pendiente de los apoyos de compensación correspondientes a ciclos agrícolas anteriores, una deuda que mantendría en jaque la liquidez de los productores.
Ventanillas para el Trigo y Costos de Producción: Para dar certidumbre a la comercialización inmediata, se implementarán “VENTANILLAS PARA EL TRIGO” con el fin de ordenar el registro y agilizar los pagos relacionados con el precio de garantía de este grano. Asimismo, el Gobierno se comprometió a revisar los costos de producción para avanzar en el diseño de precios de garantía que brinden estabilidad a los agricultores en futuros ciclos.
Nueva Ley de Aguas Nacionales: En respuesta a las preocupaciones sobre el recurso hídrico, el Gobierno Federal se comprometió a considerar cambios en la iniciativa de la nueva Ley de Aguas Nacionales. Esto incluye la transmisión de concesiones y un trato diferenciado para el uso del agua según su destino: humano, industrial o primario (agrícola y pecuario), reconociendo la importancia vital del campo.
Seguridad en Carreteras: Para atender una de las demandas más sensibles de los transportistas, se acordó la creación de una Fiscalía especializada para el sector transporte . Esta nueva entidad permitirá a los transportistas denunciar de manera eficiente los delitos cometidos en su contra, principalmente en carreteras y zonas de carga.
Los acuerdos serán formalizados en tres mesas de trabajo específicas que tienen programadas su inicio el 8 de diciembre , con la participación de las organizaciones campesinas, transportistas y las dependencias federales competentes.











