Ciudad de México.— En un evento masivo que congregó a cientos de miles de simpatizantes en el Zócalo capitalino, la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, conmemoró este sábado el séptimo aniversario del inicio de la Cuarta Transformación, haciendo un enérgico llamado a la defensa de la soberanía nacional y la consolidación de un modelo que vincula el crecimiento económico con la justicia social.
La concentración, que ratificó la fuerza popular del movimiento, contó con la presencia de un amplio contingente de michoacanos, encabezado por el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, quien asistió junto a funcionarios de su gabinete y varios legisladores federales y locales emanados de Morena, demostrando el respaldo de la entidad a la continuidad del proyecto.
En su mensaje, la mandataria destacó los logros palpables de la transformación económica y social, señalando que el cambio no es solo político. Subrayó que, de 2018 a 2026, el salario mínimo ha experimentado un aumento histórico del 154%, pasando de $88 a $315 pesos, mientras se mantiene una inflación controlada del 3.57%.
La Presidenta resaltó que la confianza en México se traduce en cifras récord: la inversión extranjera alcanzó los $40 mil millones en el tercer trimestre de 2025, impulsando la creación de 551 mil empleos formales y llevando la tasa de desempleo a un mínimo histórico del 2.6%. El valor del peso, actualmente en 18.18 por dólar, fue presentado como un indicador de la estabilidad macroeconómica.
Uno de los pilares del discurso fue la expansión de los programas sociales, que ahora brindan apoyo a 32 millones de familias, con expansiones notables en las iniciativas de educación y salud.
Sheinbaum Pardo enfatizó la necesidad de mantener la soberanía y los principios democráticos. En lo que fue uno de los momentos más aplaudidos, sentenció: “No nos arrodillamos ante los poderosos”, asegurando que la relación con Estados Unidos se basa en el respeto y la colaboración sin subordinación, pues “México es un país libre, independiente y soberano”.
La consolidación nacional también se refleja en la infraestructura y energía, con proyectos de expansión de la red ferroviaria y sistemas de gestión del agua, junto con reformas energéticas que fortalecen a Petróleos Mexicanos (PEMEX) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La jefa del Ejecutivo Federal dedicó un amplio segmento a la transformación ética y moral, destacando la importancia de la humildad en el poder, la justicia, y la conexión permanente con la población. Hizo un llamado a priorizar los esfuerzos para combatir la discriminación, el clasismo, el racismo y el machismo, garantizando que todos los mexicanos tengan acceso a necesidades básicas como alimentos, educación, salud y vivienda.
La Presidenta subrayó la interconexión entre el crecimiento económico y la justicia social, abogando por un enfoque holístico del desarrollo. Llamó a la acción al pueblo para mantener la vigilancia en la defensa de estos valores y asegurar que el progreso sea inclusivo y sostenible.
