El H. Ayuntamiento de Contepec, autoridades Locales y Educativas, profesores, padres de familia y estudiantes de instituciones educativas y habitantes de Pateo celebraron hoy el homenaje a Don Melchor Ocampo en la Plaza de la Tenencia Pateo, tierra natal del ilustre michoacano, a 206 años de su nacimiento con un acto cívico y una exposición.
La Ceremonia del CCVI Aniversario del Natalicio de Don Melchor Ocampo, Ilustre Michoacano, Gran Filósofo de la Reforma y Benemérito de la Patria, fue encabezada por el Presidente Municipal, Rubén Rodríguez Jiménez, y por el Director de Fortalecimiento y Desarrollo Municipal del Estado de Michoacán, Gustavo Arias Garduño.
Primeramente se celebró el acto cívico encabezado por la Escolta del Colegio de Bachilleres del Estado de Michoacán Ext. Melchor Ocampo, bajo los toques de ordenanza de la Banda de Guerra de la Telesecundaria de la Tenencia. Cabe mencionar que el Himno Nacional fue dirigido por el Profesor Octavio Valles Melchor. También estuvieron presentes representaciones del Preescolar y la Primaria de dicha localidad. Por su parte, los asistentes apreciaron la exposición del “Estudio Melchor Ocampo” con pinturas y maquetas alusivas a la vida y obra del ilustre michoacano.
Continuó, el Alcalde Rubén Rodríguez brindó la bienvenida al homenaje recordando una de las frases célebres del homenajeado: “México debe ser, México puede ser, México será una nación grande”. Enseguida realizó una remembranza de la vida y obra del ilustre michoacana, resaltando que “Don Melchor Ocampo era un hombre valeroso, sin actitudes de genio, enemigo de las palabras domingueras, modesto, de buen humor, al servicio del bien público, bondadoso, creyente de la prosperidad y grandeza de la patria. Sus aportaciones en las Leyes de Reforma siguen siendo para nuestra nación, la carta fundacional del Estado Mexicano”- Expuso Rubén Rodríguez.
Asimismo, el Alcalde de Contepec recordó que “Ocampo fue elegido diputado del Congreso Constituyente que redactaría la Carta Política de 1857”. Recordemos que a su promulgación, por Decreto del 24 de julio de ese año, el Municipio de Contepec se incorporó a Michoacán, constituyéndose por los territorios de las haciendas de Yeregé, Tepetongo, Bravo, Salitrillo, Los Molinos, Los Sauces y Pateo, tierra natal y amada de Don Melchor. Así, es confirmada su intervención para la constitución del actual territorio michoacano y contepequense, del que por “razón de su nacimiento” decidiera ser legislador de nuestro Estado.
Posteriormente, el Presidente Rubén Rodríguez en nombre del pueblo de Contepec declaró: “Que lo recuerde Michoacán y México, la tierra que habitó, los territorios que estudió y la región que adoró el Ilustre Licenciado Don Melchor Ocampo, fue Pateo, hoy Tenencia Melchor Ocampo, que orgullosamente pertenece a nuestro Municipio. Desde su tierra natal, convocó al Gobierno de la República y del Estado, para que reconozcamos unidos el gran valor, que desde hace años presumen sus herederos, como habitantes de esta histórica región”. Finalmente, vitoreo México, Michoacán, Contepec y Melchor Ocampo, siendo seguido por los asistentes al homenaje.
Enseguida, hizo uso de la palabra Gustavo Arias Garduño para agradecer la invitación del Municipio de Contepec al homenaje para el más ilustre michoacano y reconoció la disposición del Gobierno Estatal para trabajar en unión con el Ayuntamiento de Contepec. Igualmente el representante de Silvano Aureoles Conejo rindió tributo al que fuera varias veces Gobernador de Michoacán recordando los aportes y legado de Don Melchor Ocampo durante la época de la Reforma en México.
La Ceremonia concluyó con la colocación de la ofrenda floral en el Monumento a Don Melchor Ocampo, ubicada en la Plaza de la Tenencia (Melchor Ocampo) por el Presidente de Contepec y por el representante del Gobierno del Estado de Michoacán, acompañado por los integrantes del presídium, quienes montaron guardia de honor para el destacado político michoacano.
Se dice que los héroes nacen para cambiar el curso de la historia. Pensemos en Hidalgo. Se caracterizan por el desapego a sus necesidades. Recuerdo a Vicario. En su mente no está la ambición. Como por ejemplo Zapata. Luchan por las causas justas y el bienestar de sus semejantes. Se me viene a la mente Madero. Han pagado con su vida esos propósitos y sin planearlo, dejan constancia para que sean honrados. Tenemos al Generalísimo Morelos. Todas estas y otras características cumple un hombre de nuestra historia: Don Melchor Ocampo, el inmortal héroe michoacano del siglo XIX, quién anotaría célebres frases como: ¡Hasta cuándo se estimará más al hombre que enseña, que al hombre que mata!
Con sorpresa, como sería toda su vida y obra, el histórico 6 de enero de 1814, según la tradición y por decreto legislativo de Michoacán, está bella tierra dio vida a Don Melchor. Ocampo sería su apellido que lo identificaría hasta nuestros días y gracias a su benefactora Doña Francisca Xaviera, la dueña de la Hacienda de Pateo, dirigiría nuestros destinos. José Telésforo Juan Nepomuceno Melchor de la Santísima Trinidad fue un científico por vocación y abogado de profesión, que estudió el cauce del río que atraviesa estas tierras, hoy río Lerma, convirtiéndose en el primer naturalista que experimentara dicha región.
En 1840 viajó a Europa y aprendió técnicas para la agricultura y ganadería que aplicó en sus tierras y enseñó a sus empleados de Pateo. Así, interesado en los problemas de su gente, no dudó en aportar su esfuerzo para apoyarlos. Inclusive sus bienes fueron embargados por sus obras de caridad, como por ejemplo, financiar escuelas en Pateo, Pomoca y Michoacán, testifica su biógrafo Raúl Arreola Cortes… Un altruista más que empresario.
El Gobernador de Michoacán en varias ocasiones y candidato a la Presidencia de la República Mexicana en 1850 fue una “figura de gran relieve en la política nacional” que participó en la revolución en contra del dictador Santa Anna. Por estos motivos, estoy hablando, con el respeto que se merece, de uno de los grandes personajes michoacanos.
“Sólo seremos fuertes y felices cuando nos mantengamos unidos” – Pocas palabras, gran pensamiento del redactor de la famosa epístola del matrimonio civil. Por mencionar un legado, de tantas aportaciones en la Reforma de México. Por tal razón, Don Melchor Ocampo ha estado, está y estará presente en la vida pública, social y económica del país.
Fue Ministro del Gobierno de Benito Juárez y una vez retirado es cobardemente arrestado en Pomoca por Líndoro Cajiga, para ser llevado ante el general conservador Leonardo Márquez y fusilado por órdenes del autodenominado Presidente Félix Zuloaga, el histórico 3 de junio de 1861 en Tepejí del Río en Hidalgo. Sus restos descansan en la Rotonda de las Personas Ilustres, pues como ejemplar héroe, escribió para la posteridad: “Muero creyendo que he hecho por el servicio de mi país cuanto he creído en consecuencia que era bueno”.
“Es hablando, no matándonos como habremos de entendernos”. Esta frase está escrita con letras de bronce, sí en su monumento en Morelia. Pero debería estar grabada en nuestra mente. Hoy Don Melchor Ocampo desde donde se encuentra sigue exigiendo que su muerte no sea en vano y que su legado sea respetado.
En las palabras de Ocampo, como en las de Morelos o Cárdenas, hay un mensaje de respeto a la condición humana, de búsqueda de un nuevo orden de igualdad, libertad, justicia y reconciliación. A Don Melchor no lo movía el poder, sino el amor que se refleja en obras que ayuden en la vida, velen por los derechos de los ciudadanos y representen a la nación, dirigiéndola a la modernidad, como la creación del Registro Civil. El ilustre científico michoacano construyó, por órdenes de doña Xaviera, partidaria de la Independencia, un nuevo marco de legalidad, y en plena guerra civil, cumpliría sus sueños de contribuir para consolidar un México liberal, ordenado y moderno, renunciando incluso a sus bienes, a su poder personal, a su familia,… para fundar y legarnos una nación grande.