Durante la fase crítica de la pandemia por Coronavirus, Roberto Hernández León, propietario de una tienda de abarrotes en el municipio de Álvaro Obregón, se muestra escéptico.
Luego de afirmar que sus ventas han caído dramáticamente, sostiene que la economía local empieza a complicarse para centenares de familia que tienen que salir a las calles a buscar el sustento.
“Ya no sabe uno si creer o no en lo del virus” y reflexiona al autocuestionarse, “cómo saben las autoridades que esta semana será la más delicada; no a lo mejor esto es sembrado por el gobierno”, remata.
La verdad, agrega, “el propio gobierno nos confunde con tanta información…”.
Sin embargo, Hernández León exhorta a la población a mantener su sana distancia y a lavarse frecuentemente las manos. “Eso, por si las dudas”, afirma.
“Más vale prevenir que curar”, apunta, mientras recibe a uno de esos escasos clientes que visitan su establecimiento, el cual cuenta con letreros de recomendaciones sobre como lavarse adecuadamente las manos para evitar contagios por Covid-19.
Cuestionado respecto a las dos personas que murieron en el municipio a causa del Coronavirus, Don Roberto Hernández, refiere que tras enterarse del hecho, “el temor se desato en las calles de Álvaro Obregón y la gente se guardó en sus casas”.
También la ola de contagios en Zinapécuaro, municipio vecino a la localidad, genero incertidumbre y miedo entre la población, reconoce el abarrotero, quien confía que todo regrese pronto a la normalidad.
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