Este primero de julio se cumplen dos años de la elección del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, el cargo más difícil y de mayor responsabilidad a que puede llegar un mexicano. Y, lo primero que hay que decir es que él, no fue electo por dedazo como era antes, AMLO, logró su elección por medio del voto ciudadano, por su esfuerzo y trabajo; pero, sobre todo, por su proyecto de nación logrando más de 33 millones de votos y otros muchos que simpatizaron con él completando un promedio de 90 millones en aceptación, convirtiéndose así en el presidente con mayor simpatía de la historia de México. Ni más ni menos.
Desde el primer día de su mandato ordenó bajar el sueldo del Presiente a la mitad, lo mismo que todo su gabinete, bajo el argumento de que no puede haber un gobierno rico con un pueblo pobre.
En contraparte, mejoró las pensiones para los adultos mayores y niños discapacitados; instituyó las becas Benito Juárez con carácter universal para estudiantes, es decir, sin distingo alguno; apoyos para las madres solteras, para los campesinos y otros programas sociales. De modo que en más de un 50 por ciento de los hogares llega algún beneficio económico, como él dice primero los pobres, pues los recursos ahora son de abajo hacia arriba.
No robar, no mentir y no traicionar, son los tres principios de AMLO que se han cumplido al pie de la letra, marcando el estilo personal de gobernar. Otros más serian su decidido y firme determinación de combatir la corrupción que tanto daño a causado al país, calificándola como la peor lacra que hemos padecido por años y años que sin gobierno alguno la combatiera; al contrario, queda en las instituciones gubernamentales donde se iniciaba y de ahí continuaba la cadena hacia abajo y en todos los rubros del gobierno.
Son algunos de los signos del gobierno de AMLO en estos dos primeros años.
En cuanto a su obra pública, destaca las refinerías que venían trabajando tan solo en un 25 por ciento; y, desde luego la que se construye en Dos Bocas y la puesta en marcha del tren maya, sin olvidar la creación de los bancos de bienestar que cubrirán todo el país; y su gran reforestación sembrando vida en el sureste del país.
Otro gran aspecto de su gobierno es su constante relación con el pueblo a través de su famosa conferencia mañanera durante la cual diariamente informa de todo cuanto realiza su gobierno además de dar respuesta a todas las preguntas que los periodistas le lanzan. Este acto de comunicación entre el mandatario, los comunicadores y el pueblo no ocurre en ningún país del mundo. Por esto debemos considerar que los mexicanos tenemos el privilegio de estar informados al día por nuestro propio presidente de la república.