Atraído por la pasión que irradia el Presidente Andrés Manuel López Obrador, el empresario Edmundo Peimbert busca ser el abanderado de Morena a la Presidencia Municipal de Morelia.
Sin más aspiraciones que servir en tierra fértil, la ciudad que lo vio crecer y a la que ayudó a construir junto con el estadio Morelos, el veterano constructor tiene claro los principales problemas a resolver en la capital del estado, principalmente en materia de servicios básicos.
Sobre la exigencia de los morelianos para sacar al tren de la ciudad, Edmundo toma con reserva el tema y aunque coincide en que llevar el patio de maniobras al municipio conurbado de Álvaro Obregón será solo llevar el problema a otro lado, estima prudente consultar –primero- a los especialistas antes de opinar, pues reconoce lo complejo del asunto y la necesidad de encontrar una solución de largo plazo.
No rehúye a los temas de seguridad y la evidente necesidad que tiene Morelia por la generación de empleos, pues es directo al asegurar que hoy Morelia vive de “milagro”, pues prácticamente subsiste solo del comercio.
Del gobierno en turno, cuida y reserva su opinión; aunque al profesor Raúl Morón le reconoce la sustitución del alumbrado público y la eliminación de moches en la obra pública, además de la promesa de que quedará saldada la deuda pública en esta administración.
Peimbert reconoce que al interior de Morena las circunstancias son inciertas, por las pugnas internas, pero, a diferencia de las y los otros aspirantes, su perfil ciudadano puede ser la diferencia, la gente está esperando a un ciudadano, no a un político; la diferencia es que no tengo nexos políticos ni compromisos, soy técnico, arquitecto, conozco y se cómo poder lograr que Morelia brille, por eso me entusiasma la idea y ojalá y Dios quiera podamos hacer algo por esta hermosísima ciudad”.
Al igual que Andrés Manuel, sostiene, no busca un cargo para enriquecerse, “no me interesa el dinero, con lo que tengo vivo a gusto y no necesito más; quiero dar de mí, todo lo que tengo de capacidad como profesionista, como empresario, como rotario y persona”.
Y es que Edmundo Peimbert se define como humanista, “dar es lo más bonito que tenemos en nuestro ser, cuando damos, nos sentimos liberados y hay una felicidad interna. Ojalá y pueda ayudar yo a esta ciudad poniéndome al frente”.
Edmundo Peimbert se dijo convencido de la transformación que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador ; “está limpiando de corrupción al país, ¡qué valor! Lástima que haya tanta gente que no lo entiende y lo califica de una manera horrible, a pesar de que él está demostrando de una manera digna como se trabaja desde las 5 de la mañana, parado tres horas en las mañaneras, aguantando todos los trancazos y gracias a eso está dando respuesta a todos los ataques que a veces son despiadados; mi respeto para nuestro presidente, que no persigue otra cosa más que el bien para México”.