Sin disimulos, franca y de carácter firme, así se muestra Marcela Díaz López, mujer emprendedora originaria de San Rafael del Carrizal. Hace quince años inició su sueño con un par de máquinas de costura y hoy dirige un prominente negocio que emplea a decenas de mujeres y hombres de Santa Ana Maya.
El municipio michoacano de Santa Ana Maya colinda con la zona metropolitana de Moroleón -Uriangato, donde el comercio y la industria textil representan una de las mayores actividades económicas para el estado de Guanajuato, y aunque Marcela compite ahí su mayor mercado está en el centro del país y ya tiene en la mira en los estados del norte.
No duda en asegurar que Santa Ana Maya cuenta con mano de obra calificada y tiene el potencial para incluirse en este corredor textil que ya se ha expandido desde TextiCuitzeo hasta Yuriría.
A los jóvenes los motiva a “comerse el mundo” y ver en esta pujante industria una oportunidad de desarrollo profesional.
Diseñadores de modas, profesionales en corte y confección, patronaje, operadores de máquinas e ingenieros textiles, demanda la industria y hay una gran cantidad de vacantes.
La pandemia, también, abrió una puerta de negocio para la maquila de cubre bocas, pues hay una demanda exponencial de gobiernos y empresas privadas.
San Rafael se ha caracterizado por ser una comunidad migrante, de ahí que Marcela busca contribuir a la generación de empleos para que quienes decidan emigrar lo hagan por voluntad y no como último recurso.
Marcela recibe a Encuentro en su taller, donde luce orgullosa los reconocimientos que le han otorgado los últimos dos gobiernos municipales por su trabajo, talento, compromiso, honestidad y ser una mujer sobresaliente de Santa Ana Maya.