En el ENCUENTRO con Valentín Rodríguez, el empresario y productor aguacatero defiende la legitimidad del movimiento 113 por el Campo y sostiene que sus intenciones rebasan la coyuntura del proceso electoral, para exigir a la Cámara de Diputados revise el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021, reconsidere y reasigne mayores recursos para este sector, considerado estratégico para el país.
En entrevista, Valentín Rodríguez reconoce cómo los gobiernos, una y otra vez, le han mentido a los campesinos, con promesas incumplidas y compromisos a medias como el programa A toda Máquina, el repoblamiento de los hatos ganaderos, el programa municipalizado y los incentivos a la producción, por citar algunos ejemplos, de ahí el cuestionamiento ¿por qué créele hoy a Valentín?
- En primer lugar, porqué yo soy productor, campesino y conozco perfectamente los problemas del campo, exporto frutillas, exporto aguacate, sé lo importante que es que el campo cuente con recursos suficientes para que apoyen los programas y den cumplimiento a los planes de trabajo que se firman con los gobiernos, no es un asunto electoral, es un asunto de una necesidad estratégica que tenemos los productores del campo, contar con los recursos suficientes y coincide con el propósito y el interés de participar en la elección, claro, es una causa y no lo hago como una bandera electoral, lo hago con conocimiento de causa, siendo víctima de los recortes presupuestales, que ponen en riesgo el desarrollo de los programas y las exportaciones que estamos haciendo con mucho éxito a diferentes países del mundo. La falta de presupuesto nos afecta; por eso es que encabezo el movimiento; el legítimo derecho al reclamo y la petición nos asiste.
Ciertamente, asienta, el campo tiene diversos rostros desde el temporal, el riego tecnificado y la agroindustria, de ahí su complejidad, por ello, afirma, se requiere del respaldo gubernamental y de políticas públicas que den certeza a los productores de todos los niveles.
En el valle Morelia-Queréndaro, Valentín Rodríguez vislumbra un enorme potencial, “un suelo muy fértil, que desgraciadamente esta agobiado por las aguas negras”.
No desconoce del proyecto para el aprovechamiento de las aguas tratadas de la Planta de Atapaneo, donde hace falta una obra de infraestructura, la cual requiere de una importante inversión, que a ojos del empresario aguacatero, es poca, “no cuesta más de 25 millones de pesos”, lo que facilitaría el riego de 4 mil hectáreas de cultivos y la posibilidad de cambiar los granos por cultivos más rentables como las frutillas u hortalizas.
“Hay claridad de lo que se puede hacer y lo que se tiene que hacer. Les digo a los productores de granos: no vendan granos, vamos a generar la oportunidad de aumentarle el valor agregado en cada región a los productos. En el caso del maíz o del trigo, ya está inventada la tecnología para hacer las harinas, los derivados; por qué tenemos que vender grano, porque no vendemos masa, harina o derivados de estos granos y generamos la riqueza de esta región; tenemos todo para hacerlo”.
“Si mejoramos la infraestructura hidráulica, si limpiamos el agua que vierte Morelia, habría agua para regar no solamente esas 4 mil hectáreas, nos sobraría agua, la cosa es que hay que invertirle a la Planta Tratadora de Aguas Residuales, operarla con eficiencia y esa agua que sale de ahí encausarla en las tierras de cultivo que tenemos en este valle y le cambiaría la vida a municipios como Queréndaro, Indaparapeo, Álvaro Obregón y Tarímbaro”.
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