100 años después de que el Congreso Constituyente diera vida a la primer Constitución Mexicana de 1824, se aprobó la primera ley sobre los símbolos patrios, esto fue en tiempos del General Lázaro Cárdenas, quien antes de concluir su mandato en el año 1940, declaró el “24 de febrero” como día oficial de la Bandera Nacional.
La historia documental registra que el primer estandarte del que se tiene memoria, fue el que dignamente portó Don Miguel Hidalgo en la lucha de independencia al frente del ejército insurgente en defensa de nuestra tierra, sin embargo, 11 años después, Agustín de Iturbide, inspirado en las futuras garantías que habría de tener el pueblo mexicano, una vez que se declaró la independencia, diseñó la bandera con los colores que tiene en la actualidad.
Las modificaciones al proyecto de escudo nacional siguen vigentes dos Siglos después, aunque ahora más estéticas; es decir, la primera estructura presidencial del México independiente recibió y dispuso de un lábaro patrio con la aprobación del Constituyente, el cual eligió como escudo la imagen superior del águila sobre un nopal en honor al Dios Sol de los Aztecas, la serpiente siendo devorada como símbolo de la Diosa Coatlicue y el nopal como símbolo del corazón humano.
Es menester señalar que de manera conveniente le han asignado un atributo a cada color, a fin de que enaltezca nuestro amor y devoción patriótica; por ejemplo, en sus inicios el color verde representaba la independencia de México ante España y ahora, la consideran como representación de la esperanza, el blanco representaba la religión y en la actualidad se considera como la unidad de nuestro pueblo y finalmente, el color rojo era la unión y lucha de las y los mexicanos; hoy en día se exalta como homenaje a la sangre derramada por nuestros héroes nacionales, aquellas y aquellos que dieron la vida por la emancipación y defensa de un territorio que nos pertenecía y que con ello, alcanzaron la libertad y la justicia.
En 1968, tiempos difíciles para nuestro país, la bandera fue legalmente adoptada como uno de los tres símbolos patrios oficiales de la República Mexicana y desde el año 1984 se estableció la regulación de su uso por parte de la Secretaría de Gobernación.
Cada año celebramos su día con eventos alusivos, cánticos y poesías escolares. Hoy comparto con ustedes el poema “Bandera de mis Amores”.
Con belleza sin igual,
y entre momentos de gloria,
De gran valor en la historia,
es la insignia nacional
Que sin tener ni una estrella,
más sí un mensaje profundo,
Se considera en el mundo,
entre todas, la más bella
Se impregnó en mí desde niño,
cual distinguido blasón,
Que llevo en el corazón,
con respeto y con cariño
Expresa todo su arrojo y con el alma venera,
Una sublime bandera, color verde, blanco y rojo
El VERDE de la esperanza,
el BLANCO de nuestra unión,
Del ROJO sangre y pasión
y un ESCUDO de añoranza
Un símbolo tan preciado,
de una exquisita elegancia,
Y que viste con prestancia,
nuestro presente y pasado
Te entrego a ti con honores,
todo mi amor y lealtad,
Por ser tú nuestra hermandad,
“Bandera de mis amores”
De espíritu legendario, es tu honor y fortaleza,
Que reaviva esa grandeza,
Rumbo a tu Bicentenario.