Para Janet Martínez Álvarez, aspirante a la candidatura del Partido Acción Nacional (PAN) a la alcaldía de Huandacareo, “el municipio requiere no sólo de reactivación económica”, sino de acciones que generen sustentabilidad, mayor igualdad y desarrollo para sus habitantes.
Entrevistada respecto a cuáles considera serían las principales necesidades del municipio, dijo que Huandacareo requiere de entrada, un impulso para reactivar de manera responsable la economía, toda vez que como consecuencia de la pandemia mucha gente “se quedó sin empleo; hay jefas de familia que están utilizando sus últimos recursos para emprender” y estimó que se les deben llevar créditos.
Otra de las aristas que desató el Covid-19, en los hogares, explicó la maestra de inglés, es la violencia y por ello se debe brindar “acompañamiento porque hay quienes viven situaciones de violencia desde micro acciones hasta situaciones graves”.
Martínez Álvarez, quien ha desarrollado una carrera al seno del Congreso Local en áreas de asistencia y hasta asesoramiento legislativo, consideró junto a la reactivación de balnearios, micro, pequeñas y medianas empresas, la autoridad debe apostarle a la sustentabilidad.
“Huandacareo, debe ser un municipio sustentable con los recursos que lo han posicionado como uno de los principales destinos turísticos de la región”.
Refirió que hay zonas que no se han explotado de manera responsable y que todavía dan para la generación de empleos.
La también licenciada en derecho por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), reconoció que no es improvisada, sino una mujer de lucha que ha recorrido las colonias y comunidades.
Comentó con la llegada de la diputada local de extracción perredista, Lucila Martínez Manríquez, comenzó a trabajar coordinando las tareas territoriales de gestión, por lo que pudo constatar cómo estas acciones incidían de manera directa o indirecta en el desarrollo de los beneficiarios.
Junto a otros colaboradores, apuntó, “desarrollamos tareas en pro de la colectividad y muchas de estas acciones se llevaron a cabo en coordinación con la alcaldesa Celedonia Guzmán, con quien la diputada Lucila Martínez, han tenido coincidencias y han tenido la sinergia para ayudar a más gente”.
Respecto a su experiencia en este campo., apuntó que una de las cuestiones que más se atendió fue las necesidades de canasta básica de grupos vulnerables, así como la entrega de armazones de lentes, aparatos auditivos y sillas de rueda que necesitaban principalmente adultos mayores.
“Este trabajo, me ha permitido penetra a las zonas que más necesitan tienen en el municipio. Hay zonas con mucho rezago”.
¿No se trata de fierros, sino mejor la calidad de vida de las personas?, se le cuestionó y respondió: “esto nos ha llevado a conocer la situación en que viven las personas; y sin duda te lleva a la sensibilización extrema dado que te encuentras con adultos que están en situación de olvido y abandono por sus familiares”.
Y recordó el caso de una mujer adulta que sufrió por décadas patrones de violencia extrema no solo de su pareja, sino de sus hijos. “Está en el olvido y nosotros buscamos abonar en gran medida a que su calidad de vida mejore…”.
De lograr la candidatura panista y posteriormente la alcaldía, aseguró que la situación obliga primeramente a buscar genera condiciones permanentes de equidad, “se debe tomar en cuenta que hemos sido las mujeres históricamente discriminadas y violentadas, y esto nos debe llevar a impulsar acciones y programas para lograr mayor equidad y sobre de eso lograr igualdad entre hombres y mujeres”.
Janet Martínez, quien se pronunció a favor de la causa feminista, “pero sin violencia”, añadió: “todos le abonamos, los hombres no nos sobran, esto no es de que uno se invisibilice para que otro luzca; es ir de la mano y aportar desde sus condiciones y trincheras… Es un proyecto de todos y que busca una equidad y lograr el desarrollo en igualdad de condiciones”.
Madre de una pequeña e integrantes de una familia conformada por su padre y madre, así como dos hermanas y un hermano más, Janet Martínez se confiesa como una mujer decidida y segura que conoce sus capacidades.
¿Es difícil para la mujer participar en política, ser jefa de familia y además ayudar a la gente?, se le preguntó.
“Es labor titánica, llega el punto que ya no sabía, llegó un momento en el que quería tirar la toalla, pero siempre he sido responsable y estoy comprometida con todo lo que hago…”
Me gustaría seguir trabajando por el municipio; tenemos una deuda con las mujeres y debemos de tener un lugar permanente para brindarles atención poderlas y reencausar para que se sientan seguras y libres”.