El 22 de abril, se celebra el Día Internacional de nuestra querida Tierra, de hecho, ya ha sido reconocida como una efeméride oficial, misma que proclamó la Organización de las Naciones Unidas ONU en 2009; aunque tenemos que decir, que esta fecha se celebra desde 1970 con el objetivo primordial de concientizar a la humanidad sobre la gran cantidad de problemas generados, muestra de ello son, la explosión demográfica, la contaminación, la desordenada conservación de la biodiversidad, entre otras y todo lo que vaya en relación a nuestro medio ambiente.
El calendario de días internacionales, nos señala que realmente, el primer antecedente del Día de la Tierra se remite a 1968 cuando el Servicio de Salud Pública de EEUU organizó el Simposio de Ecología Humana para que estudiantes de diversos lugares escucharan a científicos hablar sobre los efectos del deterioro ambiental en la salud de las personas.
En 1972 se celebró la primera conferencia internacional sobre el medio ambiente. La “Cumbre de la Tierra” de Estocolmo, Suecia, cuyo objetivo fue sensibilizar a los líderes mundiales sobre la magnitud de los problemas ambientales. Desde el año 2005, la ONU ha puesto en marcha el llamado premio “Campeones de la Tierra”, a través del cual se reconoce la labor de personas o grupos que trabajan por el medio ambiente, que inspiran a otros y que defienden un futuro mejor para nuestro planeta. Se trata del máximo galardón medioambiental del mundo. Cualquier persona o grupo puede optar por la obtención de este premio. Incluso puedes participar nominando a alguien que creas que lo merece.
Aprovecho el espacio para mencionar un importante mensaje escrito, la “Carta de la Tierra”, que es un documento muy significativo y a la vez ha sido adoptado como un proceso. Es una declaración de interdependencia y de responsabilidad universal, elaborada a través de un mecanismo de consulta mundial que duró más de un lustro, en el cual participaron expertos en derecho internacional, destacados científicos, así como grandes personalidades, mismas que nos comparten interesantes opiniones al respecto, las cuales también hago extensivas.
La Carta de la Tierra reúne principios claves expresados en diferentes acuerdos generados por las cumbres de Naciones Unidas en la década de los noventa, como por ejemplo la cumbre de Beijín, evento de mujeres, que generó acuerdos sobre la equidad de género. En este sentido la Carta de la Tierra también puede ser vista como una compilación de esos puntos claves y los avances en el debate internacional en cuanto a la necesidad de asegurar una sociedad más justa, sostenible y en paz.
La iniciativa de la Carta de la Tierra busca usar ese documento como un vehículo, o más bien como un instrumento para promover una visión, una sensibilización, y una concientización que conduzca hacia la sustentabilidad y también la paz. Este es un esfuerzo para promover una nueva ética mundial inspirada en los valores y principios consagrados en la Carta de la Tierra.
El objetivo de la iniciativa “Carta de la Tierra” es promover un marco ético de valores y principios para el desarrollo sostenible. Es decir, es una visión orientadora que dirige nuestro futuro hacia la sustentabilidad, articulando de forma integrada, puntos claves de la dimensión económica, social y ambiental. En nuestra sociedad hay varias perspectivas y prioridades diferentes de acuerdo a cada sector, pero esta visión hace un llamado para superar las diferencias y encontrar coincidencias que aseguren el bien común.
La Carta de la Tierra es un instrumento que nos desafía a examinar nuestros valores y estilos de vida, inspirándonos para tomar decisiones que dejen un mejor impacto, y que tengan más coherencia entre nuestros valores y actitudes. Los 16 principios de La Carta de la Tierra están organizados en cuatro ejes fundamentales que son el Respeto y cuidado a la comunidad de vida, la Integridad ecológica, Justicia Social y Económica y por último la Democracia, no violencia y paz. Se espera que individuos, grupos y organizaciones incorporen la visión de la Carta de la Tierra en sus actividades y consideren esto como parte de un proceso dinámico de constante aprendizaje y constante transformación.
La promoción de la paz exige que se atiendan cuestiones como el respeto a los derechos humanos y el desarrollo socioeconómico, estas son básicamente las cuestiones principales del desarrollo sostenible, y principios enunciados en la Carta de la Tierra.
Hasta la próxima.