Tu sonrisa iluminó con alegría,
Ese rostro angelical que suspiraba,
Cual torrente de emociones que brotaba,
Porque dentro de tu vientre yo crecía
Con mis manos ya sentía tu presencia,
Y en silencio te imploraba que me beses,
Con amor me acariciaste nueve meses,
Y en tus brazos, me tuviste con paciencia
No importaban tantas horas de desvelo,
Tú cuidaste de mi sueño noche y día,
Vive tu alma impregnada de la mía,
Tan eterna, como el infinito cielo
Siempre das sin condiciones tu cariño,
El amor más generoso y más sincero,
Sólo en ti vale millones un te quiero,
Y aunque crezca, siempre voy a ser tu niño
Un regaño, una advertencia, qué más da,
Eres ángel colmado de inteligencia,
Y al creador por brindarte la existencia,
Doy las gracias porque “Tú eres mi Mamá”.