Pese a ser una actividad que ha descendido significativamente durante la última década, aún es costeable producir pulque, considera don Isidro Pérez Bárcenas, productor de la ancestral bebida en la capital del llamado “elixir de los dioses”. “Lo bueno es que se venda, yo hago poquito y sí se vende. El secreto radica en producir con calidad, que esté bueno y le guste a la gente; personas que vienen por primera vez, les gusta y siguen viniendo, dijo en entrevista con Encuentro.
Desde que tiene uso de razón, el productor de Pulque Chidrín participa en la actividad que ha marcado a la familia desde tiempos de su abuelo paterno, con conocimiento de causa afirma que la producción de pulque ha caído sensiblemente en Tarímbaro, fenómeno que atribuye a 3 plagas que están acabando con la planta y nadie ha podido controlar, “por más que curo las plantas, sigue uno que otro maguey echándose a perder, chiquitos y grandes se los lleva la plaga”. Así, el productor va perdiendo una batalla que libra solo, ya que “no hay quien ayude” desde el gobierno, él mismo compra los productos que usa para combatir la peste, “es muy difícil acabarla, sería cuestión de acabar todo y traer planta de otro lado”, lo cual se antoja imposible.
En un comparativo, recordó que antes de la pandemia venía más gente a comprar pulque, pero con el covid-19 se ha retirado, además, por el puente que están construyendo a la entrada y salida a Morelia, dicen las personas que tardan mucho en llegar y por eso no vienen, hay ventas bajas por la pandemia y el puente. Así, hay una reducción aproximada al 40% en las ventas, en relación con los primeros 3 meses de 2019, actualmente se vende poco, “pero la gente que viene y prueba el pulque sigue viniendo, porque les gusta lo que producimos”, mientras en otros lados, no les gusta y no vuelven. Aquí siempre regresan, dijo.
Algunos clientes vienen de Guanajuato, de Guadalajara; se llevan 5, 10 y hasta 20 litros, una vez vino una persona de República Dominicana, se llamaba Isidro y me pareció buena persona. “Le gustó arto el pulque”, sostiene don Isidro Pérez.
En Tarímbaro solo quedan 5 o 6 productores, los tiempos son difíciles, más porque durante la temporada de lluvia se vende poco, la gente cree que le cae agua al aguamiel y no sale bueno el elixir. Por ello actualmente Chidrín “cocina” poco, pero con calidad, que guste a la gente.
En 2020 no hubo Feria del Pulque a causa de la pandemia y al parecer este año tampoco se llevará a cabo, no extraña la expo, ya que nunca era invitado a participar, “sabían que si yo participaba los demás no iban a vender, porque venden pulque artificial y con colorante, cuando no hay como ponerle fruta natural, son de Tarímbaro, pero algunos no son pulqueros; yo acababa antes que ellos”, es decir, sin participar directamente, vendía bien durante los días de feria.
Para concluir la cordial charla, cata incluida con curados de mango, fresa, coco, mazapán y chile, don Isidro invitó por este medio a la gente para que vengan a Tarímbaro y visite la Pulquería Chidrín, ubicada en la calle Municipio Libre, cerca de los conos de la Casa Ejidal, hoy convertida en salón de eventos sociales.