Luis Fernández es un zinapecuarense radicado en Estados Unidos desde noviembre del 2004, cuando dejó su tierra y familia debido a una situación económica que “no daba para estar estudiando”, además quería ir con sus hermanos que ya estaban en el llamado Golden State: California, donde planeaba estar poco tiempo, pero con el paso de los meses su forma de pensar cambió, “y me quedé acá”, rememora. Hoy ve muy distante la posibilidad de regresar a su tierra, pues ya echó raíces en el otro lado, donde se lleva un ritmo de vida diferente, “de regresar, ya no sería lo mismo”, declaró en entrevista.
Luego de 4 años Fernando se casó y formó su propia familia en la tierra del dólar, así fue cambiando su forma de pensar, “mi hijo ya creció y está en la escuela, van pasando cosas que te hacen cambiar”, para algunos es difícil volver atrás, “ya tenemos aquí una familia y trabajo, entonces tenemos mejor situación que la que vivíamos en México”.
Adicionalmente, Luis Fernández comenta que, después de que se fue de México, se desató la inseguridad en el país con cárteles como la Familia Michoacana, “como familia vivimos esa situación en Zinapécuaro y fuimos afectados, decían mis papás que era mejor que estuviéramos acá algunos, y los que estuvieran allá pues que trataran de estar alejados de esa situación”.
De acuerdo a su experiencia, para un indocumentado es difícil la situación en temas como la salud, ya que “se nos complica mucho ir al doctor”, aunque en algunos trabajos hay “aseguranzas” que te emparan en caso de accidentes o enfermedad, trabajando en el campo se dio cuenta que no hay mucha ayuda para los jornaleros; si trabajas en el “field”, “puedes ir al doctor, pero es muy caro”, señala.
En su actual trabajo de construcción, Luis tiene acceso a prestaciones en beneficio suyo y de su familia, por eso, al comparar muchas cosas considera muy difícil regresar a México y volver a empezar, de este lado se lleva un ritmo de vida diferente, y de regresar ya no sería lo mismo, sobre todo para su hijo, nacido en California. Ello impide regresar a todos aquellos que encuentran una pareja y forman su propia familia en la tierra que adoptan como suya, la de sus hijos.
Gracias a los avances de la tecnología, Luis se comunicaba con su mamá a través de videollamadas, nada más que, después de una entrevista que Encuentro de Michoacán le hizo a su madre, ella enfermó de covid y falleció hace unos meses, con sus hermanos también se comunica por esa vía, además, celebra que, en Salinas, California, hay bastantes zinapecuarenses; de Bocaneo, Santa Clara, Araró, Estación Queréndaro y San Miguel Taimeo, “hay mucha gente de ahí”, reitera.
La mayoría se ven forzados por razones económicas, “con el tiempo sus familiares se han venido también y así se va haciendo la cadenita”, unos invitan a otros y emigran en busca de trabajo, “a mi se me hizo algo como nuevo, en un principio extrañé mucho allá y quería regresarme, pero tenía mis 3 hermanos acá y no se me hacía que estuviera muy solo, pero he tenido compañeros de trabajo que llegaron solos y no tienen familiares acá, y se les ha hecho muy difícil”, señala Luis.
El principal reto al llegar es el idioma, “trasladarme de un lugar a otro, era una situación complicada por no tener carro”, principalmente porque los indocumentados no podían obtener una licencia de manejo, pero han cambiado las leyes en el California: “un gobernador nos dio acceso a licencias de conducir, y aún hay temor de que la policía te quite tú vehículo, ya que antes eso sucedía mucho por no tener la licencia, la gente manejaba de su casa al trabajo, y de regreso, nada más”.