En una inesperada escala, en su trayecto a Zitácuaro, el presidente Andrés Manuel López Obrador tomó por sorpresa al personal de la gasolinera de Queréndaro y al presidente del Comisariado Ejidal con quien hizo el compromiso de regresar para escuchar a las mujeres y los hombres del campo.
Tras la visita a la capital del estado, donde ofreció la conferencia mañanera, el Presidente de México tomó la carretera federal rumbo al oriente michoacano y de manera fortuita tuvo un breve diálogo con Rafael Rodríguez “El Gringo”, ex regidor independiente y actual presidente del Comisariado Ejidal de Queréndaro.
“Se portó a toda madre…bien sencillo y muy accesible con todos nosotros. Las muchachas de la gasolinera salieron a saludarlo y su propia gente nos tomó las fotos”.
Fue un diálogo muy corto el que sostuvo El Gringo, pero pudo plantearle la necesidad que tiene el ejido de modernizar sus sistemas de riego y las afectaciones que trae consigo el azolve en la Presa Malpaís.
El sorpresivo y fugaz encuentro entre López Obrador y el Comisariado Ejidal genera esperanza y la posibilidad de un pronto retorno del Ejecutivo Federal a esta tierra, pues fue el propio Presidente quien mostró interés en ser invitado.
Y es que, aunque Queréndaro es el ejido de mayor extensión en la zona, también es de los que mayor rezago presenta en infraestructura en sus sistemas de riego, lo que hace que se pierda más del 50% del agua rodada.
En días pasados, el propio Rafael Rodríguez expuso el tema al Gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla, en el marco de la Asamblea General Ordinaria de la Federación de Propietarios Rurales de Michoacán, celebrada en Tarímbaro, donde hubo el compromiso de entubar tres kilómetros entre La Concepción y La Providencia, lo que beneficiaría a poco más de 350 hectáreas de cultivos, en su mayoría granos, y al menos 10 hectáreas que se destinan a la siembra del chile.