Abona Integración sin Horizontes a la reunificación familiar

Integración sin Horizontes es una asociación civil sin fines de lucro dedicada a apoyar a grupos en situación de vulnerabilidad, así como a la reunificación de las familias migrantes, su presidenta Georgina García Martínez es una luchadora social incansable que en base a una intensa labor y esfuerzo ha logrado con su equipo posicionar a este organismo, de tal manera que hoy busca su consolidación con la misma fórmula: trabajo a ras de tierra en comunidades de Michoacán, principalmente en la Tierra Caliente, donde la oriunda de Tiquicheo sabe de las necesidades que enfrenta la gente trabajadora y afable de esta región michoacana.

En amena charla, acompañada por su asistente Marcela y Eder Marmolejo, vicepresidente de la asociación, Georgina García comentó a Encuentro de Michoacán que la labor de este organismo social consiste en salir a las comunidades, conocer a la gente, escucharla y apoyarla, basándose en pilares de ayuda como Salud, Educación, Cultura, Reunificación Familiar, Alimentación y Asistencia Social, para acercarse a las personas en los municipios y brindarles ayuda integral.

En el rubro de salud, explicó que la asociación cuenta con lotes de medicamentos que se obsequian a personas que necesitan surtir una receta médica pero no tienen el recurso económico para sufragar la compra. En el tema educativo, coordina acciones con la Secretaría de Educación estatal en beneficio de quienes buscan ayuda para estudiar, en ese tenor lamentó que en pleno Siglo XXI exista el analfabetismo en localidades michoacanas, “Me preocupa que en las comunidades haya muchas personas, incluso adolescentes, que no saben leer ni escribir”.

Integración sin Horizontes contribuye para que las personas aprendan a leer y escribir, y salir de una situación de la que, las y los michoacanos nos percatamos solamente cuando nos acercamos a esas comunidades, pues en nuestra ciudad el índice de analfabetismo no es “tan numeroso” como en localidades a las que se tiene que acceder a caballo o en burro, porque no hay otra manera de llegar al caserío, y la distancia dificulta también a los niños llegar a una escuela.

En ese contexto, García Martínez recordó que hace años prestó sus servicios al Consejo Nacional para el Fomento Educativo (Conafe) y conoció una pequeña comunidad donde las y los niños tenían que caminar 2 horas para asistir a clases, “atravesaban arroyos y llegaban con sus pies mojados, pero con ganas de leer y hacer cuentas” ya que querían aprender a leer, sumar, multiplicar y restar, y fue una satisfacción verlos caminar horas para ir a la escuela y regresar a casa. Al final lograron el objetivo.

La asociación civil lleva años haciendo labor en las comunidades, jurídicamente se integró hace 2 años, sin embargo, desde su creación desarrolla tareas de apoyo comunitario en campo, con brigadas de voluntarios trabajando a ras de tierra para conocer las necesidades de las personas y apoyarlos con paquetes alimentarios y medicamentos, entre otras acciones, “es importante salir a saludar y escuchar a nuestros adultos mayores, a nuestros niños y mujeres, estas son parte importante en el núcleo familiar”, señaló la activista social.

En torno a la reunificación familiar, García Martínez extendió que, en virtud de que Michoacán es altamente expulsor de mano de obra a Estados Unidos, su asociación maneja temas binacionales, “buscamos acercarnos a los municipios y hablar con las personas mayores, pues todos tenemos familiares migrantes”; la asociación apoya a esa comunidad, “no les cobramos por el llenado de solicitudes o asesoría en trámites”, además, con clubes de migrantes se busca acercar a los braceros con sus familias en Michoacán.