Admite Pemex “probable responsabilidad” por agua contaminada en Tarímbaro

El agua de Felipe Ángeles será analizada por Pemex y Coepris, la paraestatal se comprometió a que, si se comprueba contaminación por hidrocarburos, se hará cargo de sanear el yacimiento acuífero.

Una luz de esperanza refulge en el cielo oscuro de Felipe Ángeles, donde hace 3 años los ladrones de hidrocarburos lo nublaron con el humo de una conflagración, hoy esta localidad sigue pagando el “pecado” de tener en su perímetro ductos conductores de combustible propiedad de Petróleos Mexicanos (Pemex), que la empresa paraestatal utiliza para trasladar carburantes desde la refinería de Salamanca hasta la planta de almacenamiento ubicada en el municipio de Tarímbaro, cerca de la comunidad.

Hace unos días, personal especializado de Pemex acudió a tomar muestras del liquido en el pozo de agua que abastecía los hogares de Felipe Ángeles para analizarlo y determinar qué contaminantes infectaron los mantos acuíferos. Se han comprometido a sanear el agua si se comprueba que se contaminó con hidrocarburos.

La acción, de acuerdo a don Agustín Calderón Alvarado, jefe de tenencia de Cuto del Porvenir, se dio en respuesta a la permanente exigencia de los habitantes de Felipe Ángeles, quienes han padecido la escasez de agua potable y afectaciones en su salud por consumir el agua contaminada, celebró que finalmente la refinería de Pemex en Salamanca da muestras de asumir su responsabilidad en la contaminación del agua en esta población de aproximadamente 800 habitantes.

El tema se reavivó tras conocerse que un nuevo pozo perforado por la Comisión Estatal de Aguas y Gestión de Cuencas (CEAC) para dotar de agua a las familias de Felipe Ángeles fue declarado no apto para la localidad, debido al alto costo que tendría el bombeo y conducción del agua, pues la capacidad de bombeo es de un litro de líquido por segundo, entonces, sacar el agua de 320 metros de profundidad resultaría muy caro; el costo calculado sería de unos 40 mil pesos al mes, por lo que “sale más caro el remedio que la enfermedad”, definitivamente no es redituable equiparlo, estableció. (Consulta aquí la nota)

Ante la apertura de Pemex a la solución del problema, surgió la posibilidad de rehabilitar el pozo que había sido clausurado, por lo que el jefe de tenencia solicitó ante Coepris el retiro de los sellos y se tomen pruebas del agua para demostrar la contaminación por contaminantes y así Pemex limpie el pozo y se pueda reanudar el suministro de agua.

En entrevista aparte, Mauricio Prieto Gómez, delegado regional del gobierno estatal en Puruándiro, comentó que los pobladores de la localidad ubicada a un lado de la carretera que conduce a Cuitzeo, en inmediaciones de Cuto del Porvenir,  bloquearon hace días el paso vehicular en demanda de solución al problema; Prieto Gómez los acompañó hasta la refinería de Pemex donde fueron atendidos por personal de la planta y se pactó instalar una mesa de trabajo este lunes 5 de octubre en Tarímbaro, donde él representará al gobierno estatal, para buscar una solución con el ayuntamiento y personal de Pemex.  “Estamos al frente y vamos a tratar de resolver el tema; ojalá que en próximos días tengamos respuesta positiva por parte de Pemex”, manifestó.

Como se recordará, a mediados de 2017 una banda delincuencial dedicada al robo de combustible, provocó una explosión y el consecuente incendio en los ductos que pasan a escasos cien metros del pozo de Comapat que abastece esta población, obligando a muchas familias a evacuar la zona, ya que la válvula dañada originó una fuga de combustible con tal presión que alcanzaba una altura de 20 metros, “como una enorme fuente que despedía un fuerte olor a hidrocarburo”, reveló en su momento una lugareña.

Elementos del Ejército Mexicano arribaron a la comunidad rural para resguardar el perímetro y ayudar a las familias a abandonar sus viviendas, la fuga duró en goteo poco más de un mes, pero la incertidumbre no ha terminado a finales de septiembre de 2020.

En junio del 2018, habitantes de la localidad tarimbarense relataron que ante la imposibilidad de adquirir pipas de agua no tenían otra alternativa que lavar, bañarse y hasta cocinar con agua contaminada, esa situación ocasionó padecimientos gastrointestinales, así como enfermedades de la piel y pérdida de cabello en niños y adultos, además de afectaciones a los riñones y otros órganos vitales para el organismo humano.

María Mejía Orozco perdió a su marido presuntamente a causa del agua que consumió durante meses; decía que luego de almacenarse en el refrigerador el agua sabía menos a gasolina, y la consumió hasta que, por el daño a sus riñones, tuvo que someterse a hemodiálisis, “lo peor es que la economía no da para cubrir los gastos médicos”, reprochó la hoy viuda.

En marzo del 2019, el jefe de tenencia declaró a Felipe Ángeles, comunidad libre de huachicoleo y el cierre temporal del ducto que atraviesa la localidad, a la fecha  no se han registrado más intentos de robo de combustible, resaltó Calderón Alvarado.

TE PUEDE INTERESAR: Felipe Ángeles, atrapado entre la indolencia oficial y los huachicoleros