“…Las mujeres;… son capaces de todos los entusiasmos y que los deseos de gloria y libertad para la patria” – Leona Vicario.
Millones de mexicanos exclamaremos con nostalgia, la mayoría desde casa y siguiendo transmisiones a la antigüita, por medio de la televisión, o a la forma de moda, a través de redes sociales, la arenga del tradicional Grito de Independencia, a lo largo y ancho de la República Mexicana, desde las sedes de los diferentes Niveles de Gobierno de nuestro hermoso México. Entonces recordaremos aquellos menesteres, hechos y mitos que cubrieron de gloria a los héroes nacionales de la historia oficial.
Hombres y mujeres patriotas serán homenajeados por sus luchas, pensamientos, sueños y aportaciones en la lucha libertaria de México. Rememoraremos cuando “La voz de la libertad vibró en Dolores”, de acuerdo al poeta Salvador Díaz Mirón, encabezado por nuestros Padres de la Patria: El Cura Miguel Hidalgo y el Capitán Ignacio Allende. Pero, también nombrarán a “La Corregidora” y a Leona Vicario, que resonarán una vez más y con mayor fuerza, pues representan nuestros sentires, anhelos y batallas.
Primeramente, Doña Josefa Ortiz de Domínguez, conocida históricamente como “La Corregidora”, se ha consagrado como un personaje importante de la historia mexicana. Su valentía sería fundamental para iniciar la guerra por la Independencia de nuestro país. Nacida el 8 de septiembre de 1768 en Valladolid (hoy Morelia, en honor también al mayor prócer de la Independencia, el cura Don José Ma. Morelos). “La Corregidora” perteneció a una familia criolla de clase alta, y sin duda, cuando estudió en el Colegio de las Vizcaínas se convirtió en una alumna destacada por sus ideas afines a la Ilustración. Se casó con don Miguel Domínguez, comenzando su relación con la política al criticar el gobierno de la Nueva España, durante el virreinato. Hacia 1802, el ya esposo de Doña Josefa fue nombrado Corregidor de la entonces llamada ciudad Santiago de Querétaro, y allá fue a vivir, dónde tiempo después, su hazaña y valor fueron claves para detonar la libertad de México.
“La Corregidora” fue más popular y querida por el pueblo de Querétaro, y rápidamente consolidó un plan para levantarse en armas, entre reuniones clandestinas disfrazadas de tertulias literarias, fueron traicionados el 13 de septiembre de 1810, sin embargo, su carácter fuerte y libertario contribuyó y ayudó en toda la organización de la rebelión, siendo reconocida en nuestra historia, por avisar a los insurgentes por “los golpes de su tacón”, que precipitó a Miguel Hidalgo a convocar al pueblo en la madrugada del 16 de septiembre de 1810 y, así levantarse en armas en Dolores.
Ella sentenciaría: “Tantos soldados para custodiar a una pobre mujer, pero yo con mi sangre les formaré un patrimonio a mis hijos”, al ser detenida, y después fue recluida en el convento de Santa Catalina, por estar embarazada, permaneciendo presa hasta 1817, cuando Miguel Domínguez suplicó que la liberaran. Se conoce que durante todo ese tiempo, siguió participando activamente, aportando información y dinero a la causa de la Independencia. “La Corregidora”, digna e ilustre, murió en 1829, en la Ciudad de México, y actualmente sus restos descansan el Panteón de los Queretanos Ilustres.
Ahora bien, María de la Soledad Leona Vicario Fernández de San Salvador, hoy su nombre se escribe con letras de oro tan solo como; Leona Vicario. La también considerada primera mujer periodista de México apoyó por diferentes medios la causa de la independencia, actuando como informante, facilitó el paso de las tropas y les dedicó parte de su fortuna. Fue enjuiciada, pero rescatada por los insurgentes. Se casó con el también patriota Andrés Quintana Roo, juntos acompañaron a las tropas máximo dirigente independentista Don José María Morelos, viviendo peligros y penurias, renunciando así a los privilegios que le brindaban dentro del grupo social al que pertenecía. Al triunfo de la causa libertaria, en 1822 les fueron devueltos parte de los bienes que les habían sido confiscados, y a su muerte acaecida en el año 1842, ha pasado a ser considerada heroína nacional.
Es conocido que como parte de los “Guadalupes” Morelos fue financiado por Doña Leona, a quién “El Rayo del Sur” siempre le agradecería “Ya que la señorita Vicario está bajo las alas del águila mexicana, muy justo es protegerla” – narra Eugenio Aguirre, en su libro titulado “Leona Vicario. La insurgente”. En esa interesante obra literaria se presenta a la “espía, organizadora de grupos de mujeres, correo y patrocinadora de la gesta de independencia hasta el grado de sacrificar su fortuna personal”, que enfrentó “la persecución de las autoridades virreinales, la miseria y la censura familiar y social. Lucho al lado de los oprimidos, los pobres y, en algunas ocasiones, de los vencidos; nunca se rindió ni acudió al indulto y perdón de la corona. Al lado de su esposo Andrés Quintana Roo y otros grandes insurgentes, compartió el triunfo de la causa, su inteligencia y corazón supieron mantener, en el caos, la esperanza y el amor” –describen en la espléndida narración.
Fallecida Leona Vicario fue nombrada “Dulcísima Madre y Benemérita de la Patria” durante la celebración de funerales de Estado, los únicos hechos a una mujer en México hasta ahora, a los que el pueblo asistió agradeciéndole los servicios brindados, a los cuales se hizo acreedora, para orgullo de las mujeres que participaron en la guerra y que ella representó dignamente hasta su último día.
En Gritos de muerte y libertad les rindieron homenaje, serie de televisión que aborda la guerra de la Independencia, producida por Televisa, los 13 episodios, fueron asesorados por grandes historiadores como Enrique Krauze, estrenada el 30 de agosto de 2010 con motivo del Bicentenario de la Independencia de México y finalizó el 16 de septiembre del mismo año. En este proyecto televisivo además de las bellísimas escenas encuadradas en escenarios reales del centro histórico de México, se retrata con rigor histórico la época en que vivieron, entre los diversos argumentos de los personajes de su sociedad, que lograron superar por ser auténticas y brillantes heroínas insurgentes mexicanas.
“La Corregidora” y Leona Vicario son ejemplo de vida, primeramente para todos los mexicanos, son grandes personajes históricos que merecen seguir siendo homenajeados y recordados por sus aportes a la Independencia Nacional Mexicana. Insignes mujeres que marcaron con su valor y actos heroicos la historia de nuestra nación, pese a las adversidades jamás claudicaron, ni se dejaron intimidar en sus juicios. La fieles mujeres a la causa libertaria, primero a las órdenes de Hidalgo, luego a los mandatos de Morelos y finalmente a las decisiones de Guerrero. Nunca aceptaron premio alguno. Solo reclamaron lo que fue justo y necesario para ser recordadas por la eternidad.
Las valientes insurgentes se consagraron como mujeres de valor indiscutible para la historia nacional mexicana, como Sor Juana lo es para la Literatura o Frida Kahlo para la pintura. Hoy aplaudamos y pregonemos lo que hicieron Doña Josefa Ortiz y Doña Leona Vicario. Reconozcamos por siempre a las patriotas que iluminaron a Hidalgo y a Morelos, respectivamente, no sólo económicamente sino ideológicamente. Esa sería una de las formas de rendir un sincero homenaje a su gran legado.
Ellas representaron el sueño de la libertad de la patria mexicana, y según asentó Octavio Paz, la libertad se ejerce diciendo sí o no. Ellas, al igual que los demás héroes patrios, dijeron que sí participaban, que sí donaban, que sí soñaban con una nación libre, que sí merecían una nación soberana, por eso, fue valiosa su participación, fuerza y anhelos, en la construcción del futuro de la República Mexicana. Por todo y mucho más. Que sí; ¡Viva México!, ¡Viva la Independencia!, ¡Vivan los héroes que nos dieron patria y libertad!, ¡Viva Doña Josefa Ortiz! y ¡Viva Doña Leona Vicario!
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