Ciudad de México.- Productores de diversas regiones del país, unidos por la exigencia de un precio justo para el maíz y la defensa de la soberanía alimentaria, se congregaron en el auditorio de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para el foro “Recuperemos la agricultura nacional”. Convocado por la propia Facultad y el Frente Nacional por el Rescate del Campo Mexicano, el encuentro sentó las bases para un movimiento nacional que busca transformar radicalmente la política agropecuaria del país, especialmente ante la inminente revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Una de las coincidencias más importantes del foro fue la necesidad de excluir los granos básicos del T-MEC y desvincularlos de la Bolsa de Chicago para proteger al campo nacional de la volatilidad y la especulación de los mercados internacionales.
El Ingeniero y ex candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano participó como invitado, reforzando la urgencia de una “gran movilización” para impedir que la agricultura mexicana continúe sujeta a las condiciones del tratado comercial.

El Dr. en Economía Arturo Huerta González, con más de 50 años de trayectoria docente, fue el encargado de contextualizar la crisis que atraviesa el campo. Subrayó que, por décadas, los gobiernos han priorizado la importación de granos básicos baratos como una estrategia para controlar la inflación, sin medir las consecuencias devastadoras sobre los productores nacionales.
“Esta política ha generado consecuencias negativas sobre los productores, sobre la generación de empleos, sobre el ingreso de los productores y las familias… nos ha llevado a perder en gran medida la autosuficiencia alimentaria”
El economista ilustró la gravedad de la situación con cifras: de enero a agosto de este año, las importaciones de maíz blanco se incrementaron en un 268% respecto al mismo periodo del año anterior, aprovechando la “baratura (bajo costo) del maíz en Estados Unidos,” lo que golpea directamente a los agricultores mexicanos.
Concluyó que la actual política económica —dirigida a promover la entrada de capitales mediante altas tasas de interés y un dólar barato— actúa en detrimento de la producción nacional, creando un “círculo vicioso de no ser autosuficientes”

Cadenas de suministro y pérdidas campesinas
La voz de los productores fue articulada por Heraclio Rodríguez Gómez, ex diputado federal y líder del Frente Nacional de Recuperación del Campo Mexicano, quien denunció el abandono total del gobierno hacia el sector, señalando que el control de las cadenas de suministro está en manos de grandes consorcios comerciales internacionales como Maseca, Minsa y Bachoco.
Rodríguez Gómez fue enfático al criticar la influencia de estos consorcios en la esfera gubernamental, citando a Altagracia Gómez Sierra (dueña de Minsa) y el secretario de Agricultura, Julio Verdegué, como figuras que “representan los intereses de los grandes transnacionales” y dejan a la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en un “estado de indefensión”
El líder campesino contrastó las enormes ganancias de las corporaciones con las pérdidas de los agricultores:
Maseca registra una utilidad del 700%, mientras que los productores de maíz de Sinaloa reportan una pérdida del 30% de su inversión.
Puso como ejemplo el margen de ganancia en la tortilla: “El precio de la tortilla se tasó en 27 pesos, cuando el maíz valía ocho pesos. El maíz hoy vale tres pesos, pero la tortilla sigue valiendo veintisiete.”
Rodríguez Gómez sostuvo que la defensa del campo debe ser tanto legal como social, llamando a la movilización en “carreteras, en las plazas públicas, en las calles” para enfrentar a estos “monstruos económicos” y evitar que se obligue a los campesinos a abandonar sus tierras en favor de las transnacionales.

La Propuesta: Mesa Nacional y Soberanía Alimentaria
Ante la “dependencia alimentaria alarmante,” los participantes del foro propusieron formalmente la constitución de una Mesa Nacional para el Campo como un espacio de diálogo y diseño de políticas públicas con el gobierno federal.
La propuesta se articula en tres ejes estratégicos para la defensa y reactivación del sector:
- Protección del mercado alimentario nacional: Establecer medidas comerciales y fiscales que nivelen la competencia, como la renegociación de cláusulas agrícolas del T-MEC y la aplicación de salvaguardas.
- Desvinculación de los granos básicos de mecanismos especulativos: Excluir estos productos del T-MEC y de la Bolsa de Chicago, redefiniendo los mecanismos nacionales de formación de precios con base en costos de producción y rentabilidad social.
- Sistema Nacional Soberano de Financiamiento Rural: Crear una Banca de Desarrollo rural con esquemas de financiamiento preferencial, crédito garantizado, seguros y asistencia técnica para pequeños y medianos productores.
En vísperas de la revisión trianual del T-MEC en octubre de 2025, existe la profunda preocupación de que las exigencias de Estados Unidos busquen “controlar integralmente el mercado agroalimentario mexicano,” una amenaza que, sumada a la propuesta de exención arancelaria en diversos productos importados incluida en el Paquete Económico 2026, profundiza la dependencia y debilita la producción nacional.
Cuauhtémoc Cárdenas enfatizó que la revisión de la política agrícola debe ir acompañada de la recuperación de una banca de fomento que realmente apoye el desarrollo del país, no solo en la agricultura, sino en todos los sectores productivos.











