Con la venta del avión presidencial se cumple un compromiso más del presidente Andrés Manuel López Obrador, al tiempo de ratificar que en este País ya no hay cabida para la banalidad ni para gastos suntuosos de parte del gobierno, sentenció el diputado Roberto Reyes Cosari.
La 4T llegó para acabar con los privilegios de unos cuantos e iniciar un periodo en el que el presupuesto público es utilizado para beneficio de la población, especialmente de los que menos tienen; el lujoso avión presidencial que se acaba de vender era un signo de la ostentación y el derroche de recursos del anterior régimen neoliberal, subrayó Reyes Cosari.
Tras el anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la compra-venta de la aeronave presidencial, el legislador aplaudió que los recursos que se obtuvieron de esta operación (mil 658 millones 684 mil 400 pesos) se destinarán a la construcción de dos hospitales; uno en el municipio de Tlapa, Guerrero, y el otro en Tuxtepec, Oaxaca.
Recordó que el Boeing 787 fue adquirido por el gobierno federal durante la administración de Felipe Calderón, como un regalo para Enrique Peña, demostrando el talante derrochador y corrupto del régimen calderonista.
Afortunadamente hoy se viven tiempos diferentes con la 4T, donde impera la austeridad republicaba, nunca más un gobierno rico con un pueblo pobre, como decía Benito Juárez, enfatizó Reyes Cosari, al puntualizar que López Obrador encabeza un gobierno que realmente se preocupa por los sectores sociales más desprotegidos.
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