El arribo de la temporada de lluvias se convierte en pequeña luz de esperanza para los productores del campo, con la mirada puesta en el cielo, para pedir a Dios que las lluvias sean las necesarias, no escasas, tampoco en exceso, sólo las adecuadas, siempre observando las nubes.
Pero hoy se enfrentan nuevos retos, el encarecimiento de la semilla, además de la escasez y costos excesivos en los fertilizantes, esto último consecuencia de la guerra que Rusia mantiene con Ucrania, entonces el hombre debe ingeniárselas para trabajar con lo que tiene, con lo que puede.
Entre tantos casos, está el de Moisés Medina Meza, de la comunidad de Tanimiriche, perteneciente al municipio de Chucándiro, quien comentó que las siembras en sus tierras son cada año, sólo de temporal, no hay la posibilidad de que esta sea por riego, ante las sequías que también se han presentado y complican hacer llegar el agua, todo es cuestión de las lluvias.
Comentó que el municipio ofrece apoyos para el campo, mediante fertilizantes y semilla un poco más económico, pero Moisés prefiere comprarlos aparte, por ser la forma de tenerlo para cuando lo necesita, pero abundó que va sembrado de acuerdo a las posibilidades económicas, al resaltar que aun el año pasado pudo hacerlo en ocho hectáreas, pero en esta ocasión sólo fueron cuatro las de tierra utilizada.
Para la venta del grano, expuso que en Chucándiro hay un lugar en el que se corre el maíz, y es donde le pagan algo dentro de lo razonable, además de que le sufre un poco menos para poder comercializarlo.