“La justicia y la igualdad son los cimientos de una sociedad fuerte y sana”, consideró la presidenta de la Comisión de Igualdad Sustantiva y de Género en la LXXIV Legislatura en el Congreso del Estado, Lucila Martínez Manríquez, quien señaló que para lograr una sociedad democrática se debe avanzar en la defensa de los derechos fundamentales, acotando la discriminación y la violencia.
En el marco de la presentación del programa Estatal para Prevenir y Eliminar la Discriminación y la Violencia en el Estado de Michoacán (Proepedv) que hizo en el Salón de Recepciones del Poder Legislativo, el director del Consejo Estatal para Prevenir y Eliminar la Discriminación y la Violencia (Coepredv), Alberto Hernández Ramírez y ante el presidente de la Mesa Directiva, Antonio de Jesús Madriz, la legisladora mencionó que es necesario dar pasos más firmes contra la discriminación en México, ya que la preferencia sexual, el origen, la religión, el color de piel, y la condición social y física persisten como motivos principales para discriminar a personas en nuestro país.
Manifestó su respaldo a la Proepedv la cual tiene como causa fortalecer la política de igualdad y no discriminación mediante acciones de prevención, eliminación y garantía de este problema público con profundo arraigo social, cultural y estructural, mediante líneas de acción.
Reconoció también que el Coepredv a través de este programa apuesta a mejorar las condiciones de vida de los sectores en situación de vulnerabilidad, con los compromisos internacionales y nacionales en materia de derechos humanos y promover una cultura de inclusión y respeto a la dignidad humana, donde las personas son el centro de la acción pública, en estrecho vínculo de sociedad y gobierno.
Lucila Martínez se pronunció por fortalecer la cultura contra la discriminación, a fin de consolidar una sociedad de derechos, en donde todas las personas vivan en un entorno libre de violencia.
Un Estado democrático debe pugnar por la igualdad de todos, de manera que las personas puedan gozar por ejemplo, de los servicios que proporcionan las instituciones por igual, sin distinciones y recordó que la desigualdad y discriminación son indicadores de un desarrollo deficiente, generadoras de abusos, omisiones y violencia.
Coincidió con los datos aportados por el director del Consejo, Alberto Hernández Ramírez, en el sentido de que los principales motivos por los que las personas se han sentido discriminadas en Michoacán son: su manera de hablar, su peso u estatura, su edad, su sexo, su religión, lugar donde vive, su forma de vestir, el color de piel, y esta percepción es más alta mientras más bajo es el nivel socioeconómico.
Durante la reunión desarrollada en el salón José María Morelos y Pavón en la sede de la Cámara de Diputados de la entidad, se coincidió en que es necesario ejecutar las medidas establecidas en la normatividad para que se logre disminuir la desigualdad que existe, en el goce de derecho al empleo, educación, vivienda, salud, servicios básicos de las personas.
Aunado a que es necesario adoptar mecanismos para establecer lineamientos de igualdad y no discriminación, por lo que Lucila Martínez celebró las acciones que este día se dieron a conocer, las cuales se respaldarán de manera plena, para construir una sociedad democrática de derechos y respeto, en el que todos puedan vivir libres de violencia.