Con la reforestación que realizan especialistas a cargo del vivero municipal de Tangancícuaro, pronto se recuperará el equilibrio del ecosistema del Parque Nacional del Lago de Camécuaro.
“Teníamos un problema de erosión de suelos, plagas y enfermedades en los arboles endémicos, como el ahuehuete, que son de gran importancia para los mantos acuíferos y la zona de los ríos. Todos los árboles de alrededor tenían plagas, enfermedades, parásitos, gallitos, y no dejaban crecer a los sabinos que por años habíamos estado reforestando: árbol que plantábamos… árbol que se nos moría”, explica Luz Estela Rocha Aguilar.
La Ingeniera en Innovación Agrícola Sustentable del Instituto Tecnológico Superior Purépecha de Michoacán reconoce que era urgente hacer algo, más porque desde hace años que existía el plan de sustitución de árboles, pero –dijo- nadie se animaba hacer el derribe de las casuarinas y los eucaliptos, y era necesario para poder hacer crecer los árboles que ya teníamos e introducir las especies locales.
Explicó que los sabinos (ahuehuetes), que se están replantando, se producen dentro del mismo vivero, para seguir conservando las especies de esta misma zona.
Este vivero del Parque Nacional Lago de Camécuaro, explicó, es uno de los cinco que existen en el país donde se producen ahuehuetes, gracias a una técnica que desde hace 30 años se ha ido actualizando mediante nutrición vegetal orgánica e incorporado las compostas, que ayudan a acrecentar el sistema radicular de los árboles.
En ese sentido, informó que se han plantado árboles en los linderos del parque a fin de retener los metales pesados que vienen de las parcelas aledañas y que son contaminantes directos para los mantos de agua.
Aquí hay más de tres mil ahuehuetes, fresnos y sauces para reforestar no solo alrededor del polígono del parque y la zona de los ríos, sino también las parcelas de cultivos para que sirvan como cortinas rompe vientos y los productores locales dejen de usar las causarinas; “hay otras especies que pueden servir como barreras rompe vientos”.
Carlos Ortega García, biólogo de la UMSNH y miembro del equipo de especialistas dentro del vivero municipal, explicó que debido a las casuarinas los árboles que fueron reforestados al tratar de crecer gastaban todas sus fuerzas y terminaban bajando las defensas, ocasionado por lo que se conoce como “alelopatía”, que es un proceso por el cual unos árboles impiden el crecimiento de otros, y dañan el suelo.
“Ahora que se derribaron las casuarinas y los eucaliptos, algunos de los árboles reforestados ya presentan algunos brotes de hoja, eso es muy importante en pro del manejo que se está realizando”.
Al municipio han llegado 60 mil arbolitos para ser reforestados, 20 mil de los cuales ya fueron reforestados; la población puede solicitar de manera gratuita en el vivero a través de la Dirección de Ecología.
Palmas, fresnos, cedro blanco, jacarandas, miles de árboles que están siendo entregados a las diversas comunidades y las escuelas, para recuperar las zonas verdes de Tangancícuaro y la región.
Jesús Romero Anaya, director de Ecología, Medio Ambiente y Cambio Climático, señaló que se han gestionado árboles ante la Comisión Nacional Forestal, la Comisión Forestal de Michoacán, el Vivero de Cherán, la Fundación Grupo México, tan sólo éste último envío 40 mil arbolitos.
El Presidente Municipal de Tangancícuaro, David Melgoza Montañez, asegura que no hay otro municipio en Michoacán que esté reforestando ese número, sentando un precedente histórico y acorde al paisaje natural del emblemático Lago de Camécuaro.