COVID-19, fiesta en el “pico”

En el momento en que los contagios de la epidemia del coronavirus llegaron al “pico”, es decir, en un mayor número, gran parte de la población michoacana que se había mantenido firme en su casa, ya sea por desesperación o por necesidad o ambas, relajó las medidas sanitarias sobre todo el de la sana distancia.

Por eso, no nos debe extrañar que el pasado martes, el Gobierno de Michoacán haya dado a conocer que “esta noche hemos llegado al centenar de defunciones a causa del COVID-19 en el estado, y a mil 118 casos positivos, lo que demuestra lo que he venido advirtiendo: no es momento de relajar las medidas”.

Y que, en ese sentido, se volviera a insistir con la demanda a la población, a cada uno: “si no pones tu parte, ninguna acción del gobierno evitará que este virus siga propagándose con velocidad y cobrando vidas; la epidemia está en sus picos más altos, es agresivamente contagiosa y exige que sigamos extremando medidas”.

Ante ese panorama, la advertencia gubernamental está hecha, pero también es evidente que un grueso de los habitantes del territorio michoacano, aquellos situados sobre todo en los sectores vulnerables, prácticamente les es imposible quedarse en casa, porque simple y llanamente viven al día, solo que algunos ni siquiera adoptan las mínimas medidas sanitarias.

Cada día que pasa seguirán saliendo más y más gente a las calles y ya no solo por necesidad económica, sino por necesidad de respirar aire abiertamente, por socializar. Por ello, ante lo inevitable, ante la avalancha humana por venir, aderezada con protestas que pueden radicalizarse, hay que aligerar ciertas medidas, pero cuáles…