El Gobierno de México publicó el acuerdo por el que se establecen los Lineamientos Técnicos Específicos para la Reapertura de las Actividades Económicas a partir de este lunes primero de junio en que culmina la Jornada Nacional de Sana Distancia.
El 1 de junio de 2020 iniciará la etapa de reapertura socioeconómica mediante un sistema de semáforo de riesgo epidemiológico semanal por regiones (estatal o municipal), que determinará el nivel de alerta sanitaria y definirá qué tipo de actividades están autorizadas para llevarse a cabo en los ámbitos económico, laboral, escolar y social. Los niveles de alerta del semáforo son máximo, alto, medio y bajo, y serán dictados por la autoridad federal.
En esta etapa todas las empresas podrán reiniciar operaciones siempre que implementen lo establecido en los presentes lineamientos y atiendan lo establecido en el semáforo de riesgo epidemiológico, por lo que no será necesario contar con una autorización previa. Para el caso de las empresas esenciales, éstas deberán llevar a cabo obligatoriamente su mecanismo de autoevaluación en línea.
Para el caso de los centros de trabajo de los sectores de la construcción, minería y la referente a la fabricación de equipo de transporte que hubieran realizado su autoevaluación durante el periodo comprendido del 18 al 31 de mayo, y que cuenten con la aprobación del IMSS, no será necesario que realicen de nueva cuenta su autoevaluación (puedes consultar AQUÍ el ACUERDO).
Cabe mencionar que los centros de trabajo ubicados en una región considerada de riesgo alto y medio (naranja y amarillo), deberán implementar medidas diferenciadas que permitan disminuir el riesgo de la población en situación de vulnerabilidad, así como contrarrestar las posibles afectaciones a los centros de trabajo y al personal.
Asimismo, se deberá considerar suspender o flexibilizar la asistencia a los centros de trabajo de personas trabajadoras que conviven en su hogar o tienen a su cargo el cuidado de menores de edad, personas adultas mayores y personas en situación de vulnerabilidad o mayor riesgo de contagio.
Se recomienda que antes del regreso o dentro del primer mes de haber regresado al trabajo se les otorguen las facilidades para acudir a consulta con su médico familiar o médico de empresa para evaluar su control y fortalecer las medidas higiénico dietéticas, estilos de vida y farmacológicas. Las personas trabajadoras con diabetes, hipertensión y cardiopatías deberán acudir a su médico para revisión al menos cada tres meses.
Es importante recordar que, en los centros de trabajo ubicados en localidades caracterizadas de alerta máxima, está prohibido que las personas en situación de vulnerabilidad acudan a trabajar y que, en los casos de alerta baja, se deberá prestar especial atención a dicho personal, independientemente de que no será necesario implementar medidas especiales.
Michoacán con su propia estrategia
Bajo este marco, el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo consideraró que la estrategia federal es unilateral y alejada a la realidad de los estados, por lo que junto a sus homólogos de Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, Durango, Jalisco y Colima acordaron la implementación de una Nueva Convivencia Social, “gradual, responsable y solidaria”.
“Los siete estados aquí representados, manifestamos nuestra inconformidad y rechazo a un semáforo, que no refleja la realidad de nuestros estados, por el contrario, pareciera ser que tiene un propósito político, para responsabilizar a los estados por los fallecimientos por el COVID-19”, aseveró.
“Iniciaremos el proceso de reapertura gradual, tomando en cuenta todas las medidas sanitarias de seguridad y mayor capacidad de pruebas, para evitar el crecimiento de contagios; esta reapertura será en corresponsabilidad con la sociedad y el sector empresarial”, dijo.
Por ello, en los siguientes días, los gobernadores de estas entidades iniciarán, de acuerdo a las circunstancias, la aplicación de una Nueva Convivencia Social, estrategia sobre la que se ha trabajado durante semanas y la cual atenderá las necesidades de los más de 28 millones de mexicanas y mexicanos, que viven en las 7 entidades.
“Una convivencia que sea responsable, solidaria, proteja la vida de los ciudadanos, y sobre todo significará aprender a convivir con el riesgo”, puntualizó.