En los últimos años, la región Sierra Costa de Michoacán ha experimentado una alarmante pérdida de su cobertura forestal, llegando a un preocupante 70% de deforestación. Diversos factores, como la falta de educación y cultura ambiental, la tala ilegal, los incendios y el cambio de uso de suelo por los negocios como la producción de aguacate, han contribuido a esta situación crítica.
Jorge Espinoza, funcionario de la Secretaría de Agricultura, expresó que inicialmente se comenzó la deforestación por la necesidad de la gente para comer, pero ahora es por negocio.
Al menos en Coalcomán, este año se han perdido 9 mil hectáreas de bosque por incendios forestales extremos que se salieron de control por la carencia de recursos para contar con un buen equipo de combate a los incendios.
“Para lograr la restauración de la cuenca se necesita que se pague a las personas que van a ayudar a cuidar los árboles que se siembren Y capacitar a los productores para que sepan otras alternativas de producción, llámese ganadería regenerativa, agricultura orgánica o cualquier otra alternativa que podamos emplear para que el medio ambiente no se esté deteriorando de tal manera”
Ángel Pérez García
Lo anterior trascendió durante el foro realizado en Coalcomán por la Fundación Desarrollo Sustentable y Cambio Climático y la Coordinación de Organizaciones de la Sociedad Civil, encuentros que buscan aportar soluciones a las problemáticas ambientales de cara al próximo sexenio.
A su vez, Sandra Sánchez Pimentel del Instituto Tecnológico Superior de Coalcomán propuso cambios en la normativa para proteger los terrenos de uso forestal y sanciones más severas para quienes realicen cambios de uso de suelo de manera ilegal. La Ley General de Desarrollo Sustentable ya contempla multas significativas para estos casos, pero se hace necesario su estricta aplicación.
Ángel Pérez García, expresó que la región Sierra Costa comprende siete municipios: Aquila, Arteaga, Coahuayana, Coalcomán de Vázquez Pallares, Chinicuila, Lázaro Cárdenas y Tumbiscatío, con una superficie de aproximadamente 13 mil kilómetros cuadrados, que representa el 23 por ciento del territorio del estado de Michoacán.
“Estamos por convertir el lugar en un desierto; es muy rápido lo que está sucediendo. Qué es lo que le vamos a dejar a estas generaciones, hagamos algo para que digan: hicieron esto por nosotros. Me duele ver lo que está pasando y no sé qué va a suceder con las generaciones que vengan”
Ángel Pérez García
Así, la mayoría de los participantes se inclinaron por empujar un programa de educación y cultura forestal urgentes, acompañados por una aplicación estricta de la ley para evitar las quemas que terminan en incendios, un pago a los comuneros para que cuiden los bosques y un buen control de los incendios para recuperar la cuenca hidrológica.