En los últimos dos años la producción de uva industrial del país registra una tasa de crecimiento promedio anual de 10 por ciento, con más de 73 mil toneladas, lo que permite producir casi 36 millones de litros de vino y dos millones de litros de derivados como jugos, vinagres, entre otros.
En el país se generan 470 mil 359 toneladas de uva, en donde la industria vitivinícola genera más de 500 mil empleos, lo que la convierte en la segunda fuente de empleo en el sector agrícola mexicano, informó el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula.
En reconocimiento al desarrollo de la vitivinicultura a nivel nacional, la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) –con sede en Francia— designó hoy a México como país sede del 43 Congreso Mundial de la Viña y el Vino 2022 y a Baja California como entidad anfitriona de la Asamblea Nacional de la Organización.
En representación de la delegación mexicana, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, participó en la reunión del OIV, donde los representantes de los 43 estados miembro acordaron la designación del país sede, el cual recibirá a expertos para el intercambio de conocimientos y experiencias y permitirá mostrar la importancia que tiene este sector e impulsar acciones que lo fortalezcan.
Más adelante, en conferencia de prensa virtual, productores, agroindustriales y autoridades federales y estatales informaron sobre la repercusión del evento internacional y que representa una ventana al mundo para dar a conocer el desarrollo de la industria vitivinícola nacional, a través de la tecnología, enología y cuidado de los recursos naturales.
El titular de Agricultura, Víctor Villalobos Arámbula, señaló que del 2018 a 2020 la producción de uva industrial en el país registra una tasa de crecimiento promedio anual de 10 por ciento, con más de 73 mil toneladas, lo que permite producir casi 36 millones de litros de vino y dos millones de litros de derivados como jugos, vinagres, entre otros.
Destacó que esta actividad ha crecido en México y son 14 estados productores de vid, con una superficie de 39 mil 243 hectáreas sembradas, con más de 50 variedades en producción, de las cuales ocho mil 431 hectáreas se destinan a la elaboración de vinos y otros productos industriales.
Para soportar este dinamismo productivo, afirmó que México cuenta con 82 variedades registradas en el Catálogo Nacional de Variedades Vegetales del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) y muchas más están en proceso de validación, lo que representa una ventana de oportunidades para investigadores e inversionistas.
El funcionario aseguró que en el país se generan 470 mil 300 toneladas de uva de todas las vocaciones, donde la industria vitivinícola genera más de 500 mil empleos directos e indirectos, lo que la convierte en la segunda fuente de empleo en el sector agrícola mexicano.
Subrayó que México cuenta con una gran tradición en la elaboración del vino, que data de 1593, con el establecimiento de la primera bodega para su producción comercial en Parras, Coahuila, al igual que en sus diferentes bebidas espirituosas.
“Contamos con seis rutas enológicas reconocidas a nivel internacional, de las cuales Ensenada, Baja California, es considerado el segundo mejor lugar del mundo para tomar vino”, comentó.
El presidente del Consejo Mexicano Vitivinícola, Hans Backoff Guerrero, aseguró que esta designación es un gran logro como país, en beneficio de productores y agroindustria, con el acompañamiento de las autoridades federales, estatales y municipales.
En la parte de exportaciones, indicó que el cinco por ciento de la producción nacional se comercializa a Estados Unidos, Francia, Inglaterra, España y países árabes, con una ampliación a Canadá y China, y se busca aumentar a 10 por ciento en cinco años.
El secretario del Consejo Mexicano Vitivinícola, Alberto Curis, expresó que el día de hoy los ojos del mundo están puestos en el campo mexicano, en específico el sector vitivinícola, porque a través de este encuentro se abordarán temas relevantes en enológica, el cuidado de los recursos naturales, tecnología e innovación.
Subrayó que después de 41 años, el país será sede de este evento, que representa más de mil 500 invitados nacionales e internacionales, científicos, investigadores, especialistas, productores y agroindustriales. En este Congreso México ha recibido alrededor de mil 500 medallas y distintivos por la calidad del vino nacional.
Con la representación del gobierno de Baja California, el secretario de Economía Sustentable y Turismo, Mario Escobedo Carignan, estimó que el 43 Congreso Mundial de la Viña y del Vino podría dejar una derrama económica por alrededor de tres mil 600 millones de pesos.
Indicó que se trata de una gran oportunidad para la entidad y México, en términos turísticos, ya que esta industria ha detonado una gran presencia de turistas internacionales en Baja California, en particular en Ensenada y en San Quintín, con 850 mil visitantes anuales que degustan del mejor vino.
La directora de Desarrollo de Reuniones de la Secretaría de Turismo, Nylda García Padilla, resaltó que el Congreso dará proyección internacional al país y permitirá consentir a los visitantes en temas culturales que se realizarán en el marco de las festividades del Día de Muertos.
El encargado de la Oficina de la Coordinación General de Agricultura, Santiago Argüello Campos, indicó que en el fortalecimiento de la vitivinicultura nacional se vincula a los bienes públicos en acciones de sanidad, mejora de variedades y desarrollo de paquetes tecnológicos, a través de trabajos con organismos y centros de investigación del país.