Debido a que en época decembrina se incrementan considerablemente las llamadas telefónicas de extorsión, mediante una transmisión en vivo, Yurel Elizalde Suazo, licenciada en Derecho y Comisionada como Directora de Seguridad Pública en José Sixto Verduzco y el subdirector de la misma dependencia, José Antonio Bedolla, ambos policías estatales, aseguraron que el 99% de esas llamadas proceden de centros penitenciarios.
Al dar a conocer el procedimiento que las posibles víctimas de extorsión telefónica deben seguir para no ser extorsionadas, señalaron que ellos se suman a la preocupación de la autoridad municipal, debido a que por aumento de remesas procedentes de otros lugares al municipio, aumentan dichas llamadas, y pidieron se acerquen a ellos, ya que no están coludidos con los delincuentes como muchas veces se les hace creer.
Aseguraron que son llamadas al azar y en muchas ocasiones se basan en los directorios telefónicos para poder contactar a sus posibles víctimas y, a veces se hacen pasar por funcionarios de administraciones estatales o municipales y refieren que las autoridades municipales y de seguridad pública ya tienen conocimiento, por lo que están de acuerdo en el “cobro de piso”, pero aseguraron que eso no es cierto.
Agregaron que los delincuentes se hacen pasar por integrantes de algún grupo delictivo y amenazan a sus interlocutores con privarlos de la libertad o que a sus familiares ya los tienen privados de ella o en otras ocasiones se identifican como comandantes o policías de seguridad pública o de la Guardia Nacional.
Por lo anterior, aunque no especificaron el número de llamadas que se hacen en promedio, sí aseguraron que son muchas, por lo que recomendaron colgar inmediatamente después de recibir la amenaza, acudir a Seguridad Pública Municipal, localizar a la persona a la que hacen referencia como detenida o secuestrada, denunciar el número del cual recibieron la amenaza al 911 y realizar la denuncia ante el Ministerio Público, que en este caso pertenece en fuero común y está ubicado en Puruándiro.
Enfatizaron que los mismos familiares en muchas ocasiones otorgan todos los datos a los delincuentes al momento de sostener la llamada y, después se ponen en contacto con las posibles víctimas.
Argumentaron que han logrado evitar que realicen depósitos algunas personas que ya han sido timadas, pero aún continúa habiendo personas que no tienen confianza en la policía, quienes al recibir el reporte estarían en posibilidades de dar seguimiento y ponerse en coordinación con autoridades de Puruándiro y Angamacutiro en Michoacán y con Abasolo y Pénjamo en Guanajuato.
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