Es esta la fiesta de la resurrección de Cristo, la fiesta más grande de la historia y la más celebrada, aunque a últimas fechas cada vez más dejan las actividades religiosas y se van los cristianos de vacaciones al mar, a las albercas o a su tierra natal.
¿Cómo la celebraban antes? Dando limosnas a los pobres, sacando los reyes a muchos prisioneros de la cárcel, visitando enfermos, confesándose y comulgando y toda clase de fiestas religiosas, cuetes, música, etc.
Cristo prometió a los verdaderos creyentes que vamos a resucitar, algunos para la gloria y otros desgraciadamente para la condenación, no nos confiemos dediquémonos a hacer puras buenas obras, pero de que vamos a resucitar, ¡vamos a resucitar!
¿Qué sentido tendría vivir más de 100 años? quedaríamos como un bulto de carne y huesos, sin dientes, sin pelo y casi sin cerebro, sería una pendejada mejor morir antes. En cambio, como sucedió con Cristo, con la resurrección apareció inmune ante la muerte, ya nos haría los mandados, sin frio, sin calor, sin enfermedades, hermosos y eso para siempre.
La resurrección es un producto del amor, las tres marías, María la mamá de Santiago y Juan, María la de Tadeo y el otro Santiago y sobre todo María Magdalena que desgraciadamente la pintan como prostituta y amante de Cristo es una calumnia, al contrario, eternamente agradecida de haberle sacado 7 demonios, fue la última en irse del pie de cruz y la primera en ir al sepulcro, la primera en ver a Cristo resucitado y preguntarle: ¿En dónde has puesto a mi amado? Confundiéndolo con el campo santero hasta que le reconoció la voz, va y les habla a los apóstoles Juan y Pedro y corren al sepulcro, Pedro, con dudas Juan al ver los sudarios puestos en partes y bien acomodados dice; ni madre nos lo robaron, ¡ya resucitó!
Cristo les mandó a los apóstoles a Galilea donde podían estar en paz, sin peligro de cárcel o que los mataran, porque eran los que más quería a Cristo y los apóstoles.
Pedro fue reconocido como el feje de la iglesia a pesar de su traición, pero el Pedro valiente inspirado y arrepentido ya era otro y predica que Cristo se la paso haciendo el bien y sanando a todos los enfermos y oprimidos por el diablo, Dios lo resucito y se apareció a los que habíamos comido y bebido con él, y a los que creen les persona los pecados.
La resurrección de Cristo nos unió íntimamente a Dios, a la humanidad y con todo el universo.
Es Cristo el hombre de los dolores, ahora el primogénito de la resurrección de entre los muertos y garantía de nuestra resurrección.
Para creer en la resurrección no bastan las pruebas; la tumba vacía o los testimonios de la Magdalena o Pedro, sino un encuentro personal con Cristo, al partir el pan en la tristeza en el camino, etc.
- Estaban unos tipos jugando dominó.
- Me voy dice uno, la criada salió y mi mujer está sola.
- Me voy dice otro, mi mujer salió y la criada está sola.
Que Dios los bendiga.