Lograr la equidad de género en materia laboral y garantizar la seguridad física y cibernética de las mujeres, son quizá las principales preocupaciones de quienes llevan las riendas de nuestro país, que con ligeros avances, parecen estar perdiendo la lucha en la protección de los derechos fundamentales de las mujeres, especialmente los de las niñas, jóvenes y adolescentes, quienes este 8 de marzo llegan a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer demandando mejores políticas para su protección y desarrollo.
En materia laboral, la cuestión no es de capacidad, sino de oportunidades y es que de acuerdo con datos del INEGI, en abril de 2022, las mujeres representaban sólo el 40.1% de la población económicamente activa de México, unos 23.8 millones de mujeres, contra los 35.6 millones de hombres.
A pesar de que la población mexicana femenil corresponde al 51% de los habitantes, sólo representan el 40.1% de la fuerza de trabajo, debido a la consabida falta de oportunidades no sólo en Michoacán, sino en todo el país.
Ante valores como este, no es de extrañar que la inclusión vaya camino de convertirse en una de las prioridades del país, con el fin de fomentar el crecimiento económico y garantizar un desarrollo sostenible.
A la falta de oportunidades, se suma en estos momentos, la violencia que se ejerce sobre las mujeres en los diferentes ámbitos: social, laboral y político, que muchas veces inicia en los propios hogares, violencia que se radicaliza hasta convertirse en feminicidio. Ahora también, las mujeres y colectivos feministas demandan mayores penas para los feminicidas.
Incluyendo a la capital michoacana, actualmente existen 14 municipios que tienen activada la alerta de violencia contra la mujer: Morelia, Uruapan, Lázaro Cárdenas, Zamora, Apatzingán, Zitácuaro, Los Reyes, Pátzcuaro, Tacámbaro, Hidalgo, Huetamo, La Piedad, Sahuayo y Maravatío.
Según el mismo Inegi, el 62.77% de las mujeres mayores de 12 años han sufrido de violencia física a lo largo de su vida.
Los avances han sido a cuentagotas, aunque el mes pasado la 75 Legislatura del Congreso del Estado aprobó reformas a la Ley para aumentar penas por feminicidio y la tipificación de la violencia vicaria, tan popular en los últimos tiempos. La lenta resolución de los juicios contra los feminicidas, sigue lastimando –todavía más-, a las familias de las mujeres víctimas de feminicidios.
El gobierno estatal recién estableció el llamado “Código Violeta”, que tiene como objetivo combatir la violencia sexual, la privación de la libertad, el feminicidio y todo tipo de acciones que atenten contra la integridad física y vida de las mujeres y, por primera ocasión, incluso se han destinado mayores recursos a través del llamado Fortapaz a fin de que en los municipios -especialmente los 14 con alerta de violencia de género- se implementen acciones para erradicar este problema y dar acompañamiento a las mujeres y niñas que sufren este problema que parece aumentar, más que disminuir en Michoacán.
El Día Internacional de la Mujer, que empezó a conmemorarse por la ONU en 1975 y dos años más tarde fue proclamado por su Asamblea, encuentra sus orígenes en las manifestaciones de las mujeres que, especialmente en Europa, reclamaban a comienzos del siglo XX el derecho al voto, mejores condiciones de trabajo y la igualdad entre los sexos.
De acuerdo con documentos de la ONU, en 1909, de conformidad con una declaración del Partido Socialista de los Estados Unidos, el día 28 de febrero tuvo lugar el primer Día Nacional de la Mujer, tradición que se siguió el último domingo de febrero hasta 1913.
No obstante, un hito relevante del movimiento femenino en EUA se remonta a 1848. Indignadas por la prohibición que impedía a las mujeres hablar en una convención contra la esclavitud, las estadounidenses Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott congregaron a cientos de personas en la primera convención nacional por los derechos de las mujeres, en Nueva York, en el primer gran movimiento.
Un año más tarde, en Copenhague (Dinamarca), cientos de participantes de 17 países reunidas en la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas (la primera había tenido lugar en 1907) deciden organizar anualmente una jornada de la mujer teniendo por mira reforzar su lucha por obtener el sufragio femenino universal.
En 1911, se conmemora el Día Internacional de la Mujer en numerosos países europeos y en Estados Unidos. La fecha fue el 19 de marzo en conmemoración de la Revolución de 1848 y de la Comuna de París.
Además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos, exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
Para 1913, en el marco de los movimientos en pro de la paz que surgieron en vísperas de la Primera Guerra Mundial, las mujeres rusas conmemoraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero, organizando mítines clandestinos.
En medio de los estragos de la Primera Guerra Mundial, tiene lugar en La Haya (Países Bajos) una gran reunión de mujeres el 15 de abril. Participan más de 1,300 mujeres provenientes de 12 países.