A nombre de la familia del diputado Erik Juárez Blanquet, -quien fue ultimado a balazos por sujetos armados-, su hermana la presidenta municipal de Angamacutiro, Maribel Juárez Blanquet, exigió a los gobiernos federal y estatal “justicia para los muertos de Michoacán” y demandó al Congreso Local “no olvidarse del caso”.
Durante el homenaje póstumo que el Poder Legislativo le rindió al congresista y ante los representantes de los poderes Ejecutivo y Judicial, Carlos Herrera Tello y Héctor Octavio Morales Juárez, secretario de Gobierno y presidente magistrado del Supremo Tribunal de Justicia de la entidad, la alcaldesa y consanguínea del diputado, señaló entre sollozos que “el día de hoy, una familia se queda desamparada”, pues Erik Juárez era el sostén de toda la familia.
Frente a decenas de personas que asistieron a darle el último adiós al legislador del Bajío michoacano, Maribel Juárez dijo que el dolor parte sus corazones y recordó que hace apenas cinco meses perdieron a su padre en un accidente.
Previo a los honores y pase de lista del diputado, su hermana visiblemente consternada, recriminó: “Hoy perdimos a mi hermano por culpa de la injusticia, por culpa de los que están de parte de los malos”. Y exhortó a las diputadas y diputados “a no olvidar el caso de mi hermano que está aquí en una caja y que debería estar presente con ustedes, y que debería seguir luchando por el bien del municipio y de Michoacán…”.
Empero, “hoy está aquí, porque, por que la justicia está de parte de los malos” y se olvida de los buenos.
Luego de exigir a los gobiernos estatal y federal a que haga justicia por la muerte de su hermano, exclamó: “Que hagan justicia por cada uno de los muertos de Michoacan, porque día a día no hay uno, dos ni tres muertos. Que me ayuden a hacer justicia; porque la familia Juárez Blanquet, no se quedará con los brazos abiertos; Justicia para cada uno de los muertos de Michoacán.
Al abandonar la palestra y dirigirse junto a otros miembros de su familia, entre sollozos, la alcaldesa bajo la escalinata y paso junto al ataúd de su hermano, el cual acaricio al tiempo que se “quebró” en un llanto desconsolado.
El presidente de la Mesa Directiva del Congreso, Antonio Madriz Estrada, otorgó el uso de la voz a la legisladora Miriam Tinoco, integrante de la Representación Parlamentaria a la que pertenecía Erik Juárez.
A nombre del Congreso de Michoacán, expresó las más sentidas condolencias “y nos unimos al sentimiento de la familia y seres amados del diputado Erik Juárez Blanquet”.
Recalcó que “atentar contra la vida y la integridad de quienes conformamos este congreso, es atentar también contra la soberanía popular que reside entre estas paredes” y condenó “la cobardía con la que nos fue arrebatado Erik Juárez Blanquet…”.
Condenamos la violencia, la inseguridad y la impunidad que sufrimos día a día muchas y muchos michoacanos, apunto; “condenamos ser despojados de la tranquilidad y ser esclavos de la intimidación y el terror, los michoacanos y michoacanas nos representamos aquí, y desde aquí seguiremos luchando, desde nuestras diferencias, desde nuestras convicciones oponiéndonos a aquellos que atentan contra los poderes del estado, y contra la certeza y la seguridad de las y los habitantes de nuestro estado”.
Destacó que el diputado Juárez Blanquet, fue un hombre de lucha, fiel a sus convicciones, a su pensamiento y obra; “basta observar su vida, para entender que en cualquier lugar en que estuviera, como maestro, como alcalde, y como legislador, dejó huella de sus convicciones e impacto profundo entre quienes les rodeaban”.
Tras reconocer que siempre fue un militante convencido de la izquierda, dijo que junto a su amigo, “tuvimos la fortuna de compartir un camino en el Partido de la Revolución Democrática, con una inquebrantable vocación por su pueblo, por Angamacutiro, formador de convicciones, en la aulas y en la política, con un aplomo como pocas veces he visto desde el atril, un orador, que no se veía a sí mismo sin la palabra”.
Durante el homenaje póstumo, los integrantes de las fracciones parlamentarias representadas en el Congreso del Estado montaron guardia de honor, al igual que sus compañeros exlegisladores locales y federales de otros periodos.