Con el reconocimiento a los habitantes de éste municipio, la regidora Mireya Milán Durán, explicó que fue gracias a la sociedad en general, organismos de transportistas, bandas musicales y con el apoyo de los migrantes, que se logró un gran festejo en el Día de la Santa Cruz. Tras celebrar la tradicional misa, los asistentes compartieron el pan y la sal.
La funcionaria municipal comentó que le tocó ser parte del comité organizador, y es por ello que durante varios días estuvo tocando puertas por las diferentes calles del barrio donde se lleva a cabo esta celebración con una historia de 199 años.
Milán Duran informó que las aportaciones recaudadas se destinarán a la adquisición de pintura y la remodelación de algunas puertas de la iglesia, empezando desde su interior, ya que presenta diferentes detalles por falta de mantenimiento, además que requiere de mobiliario para el depósito de materiales.
Subrayó también que la idea principal por el que cada año se nombre un comité de organizador, que mantenga vivas las tradiciones religiosas y que son importantes para el fortalecimiento espiritual, familiar, entre amigos y vecinos.
“Nuestra imagen de La Santa Cruz es considerada como milagrosa y cada año se le agradecen los favores recibidos”.
En la alborada la Banda Tarasco abrió el día con las tradicionales mañanitas y al reparto de atole con pan; para proseguir la recolección de las 12 luces, y más tarde llevar a cabo la celebración de la misa correspondiente.
Dicha ceremonia fue dirigida por el padre Roberto García Figueroa, quien también se encargó de bendecir las cientos de cruces que le fueron presentadas, así como algunas otras imágenes religiosas con las que fue aprovechada la ocasión como acto de fe y veneración en la religión católica.
Los asistentes a la ceremonia religiosa pudieron disfrutar de las deliciosas carnitas, barbacoa, y mole, además de aguas frescas que les fueron obsequiadas, en tanto amenizaba la banda La Tarasca, diferentes temas que a más de alguno pusieron a bailar.