Fiestas en honor al Señor de Araró 2020

El Santuario del Soberano Señor de Araró volvió a ser el epicentro de la devoción de miles de fieles, que año tras año celebran al milagroso Cristo Crucificado en el segundo viernes de Cuaresma.

Los manantiales de agua sulfurosa, de esta tierra ubicada en los límites de Michoacán con Guanajuato, en el municipio de Zinapécuaro, son llenados por la fe y devoción de una multitud que se agolpa para contemplar la sagrada imagen en una tierna devoción indescriptible.

La visita al Santuario es un encuentro con el pasado, con ese México prehispánico que se niega a morir y que mantienen vivo con rituales y danzas con las que veneran, alaban o daban tributo a las deidades de la época.

Peregrinaciones de todo el centro del país, Guanajuato, y una gran cantidad de migrantes, son participes de la fiesta en honor al Señor de Araró, que este año –dicho sea de paso- recibió a los visitantes con el arco de bienvenida que mandó construir el Presidente Municipal de Zinapécuaro, Alejandro Correa.

Los Guardines del Señor de Araró imponen el orden en el atrio y al interior del templo, donde llegan los fieles a cumplir con sus mandas y agradecer por los milagros recibidos.

Al exterior hay toda una romería, antojitos, artesanías, gorras, dulces tradicionales y todo tipo de suvenires. Por la noche la quema del castillo y al final, todo está listo para la salida del Señor de Araró a Zinapécuaro, el primero de abril, para ser llevado a la Parroquia de San Pedro y San Pablo donde permanecerá hasta el 21 de mayo del 2020.  

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