Luego del choque suscitado el pasado 31 de enero del presente año, en la comunidad de Caltzontzin, entre docentes de Educación Indígena y elementos policiacos municipales y estatales, así como de la Guardia Nacional, la diputada local del Partido del Trabajo, Gabriela Cázares Blanco, pidió privilegiar el diálogo y dejar a un lado las agresiones.
“El diálogo es la vía; sin duda, todo acto o conducta que sea contraria al derecho y a la justicia, debe investigarse y, en su caso, sancionarse. Sin embargo, el diálogo debe privilegiarse e intensificarse con aquellos sectores que han sido histórica y sistemáticamente vulnerados en sus derechos. Es con el pueblo y para el pueblo que se erige la función pública, de todos los poderes; ese debe ser el sentido del Estado, de principio a fin”.
La representante del Distrito 20 de Uruapan Sur, en su calidad de Presidenta de la Comisión de Pueblos Indígenas del Congreso, llamó a las autoridades estatales a generar un encuentro de negociación ante las demandas sociales, particularmente en las comunidades originarias, la congresista pidió no olvidar los diferentes tratados internacionales y la Constitución, que establecen las obligaciones del Estado para garantizar los derechos de los pueblos y comunidades.
“No podemos olvidar que en el artículo 6° del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, en el artículo 19 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y en los artículos 1° y 2° de la Constitución Mexicana, se establecen las obligaciones de las autoridades del Estado para reconocer, proteger y garantizar el derecho de los pueblos y comunidades indígenas a ser consultados sobre los temas que puedan afectarles. La consulta, entonces, se vuelve otra oportunidad para abrir el diálogo”.
Por último, Cázares Blanco pidió al Gobierno de Michoacán tener una actitud progresista en este asunto, que genere un verdadero cambio en las políticas públicas, en específico con las comunidades indígenas, quienes brindaron un voto de confianza para que la Cuarta Transformación por fin llegue a nuestro estado.
“El encuentro, la negociación y el intercambio deben asumirse como la primera línea de respuesta del gobierno ante la demanda social; el consenso debe permear a las instituciones de los sistemas que se asuman como democráticos. Miremos la experiencia de los pueblos y comunidades a lo largo y ancho de nuestro continente: la mayor fortaleza de un gobierno progresista es, precisamente, el respaldo que se tenga en la organización y movilización popular”, concluyó.