Indaparapeo estalla en colores con la magia de la pirotecnia

Indaparapeo, Michoacán.- Indaparapeo volvió a vestirse de fuego y chispas con la décima edición de su Feria Internacional de la Pirotecnia, un evento que continúa intentado posicionarse como uno de los más vistosos y esperados en el oriente michoacano.

Desde temprano, el viernes 25 de abril, las calles del municipio comenzaron a llenarse de aromas de antojitos, música de banda —respetando la prohibición de musica que haga apología al delito— y el murmullo constante de familias que caminaban rumbo al corazón de la feria.

Aún sin haberse encendido el primer cohete, el ambiente ya olía a pólvora y celebración.

“La idea es que el turismo regional, nacional e internacional venga a conocer lo que tenemos en Indaparapeo”, dijo el presidente municipal Janitzio Zavala Vega en entrevista con ACG, mientras continuaba la llegada de visitantes y la preparación de los primeros castillos.

Aunque al inicio la afluencia era moderada, conforme caía la noche y se acercaban las 9:30 —hora pactada para el inicio de las quemas— el pueblo comenzaba a llegar, acompaño de turistas y otros vecinos del municipio, para ver vibrar la noche.

El cielo se llenó de estrellas artificiales, chispas que brincaban a la par de sonidos de chifladores que arrancaban aplausos y gritos a niños y adultos por igual. La emoción era compartida, comunitaria, como si cada chispa fuera un pedacito del alma del pueblo lanzado al cielo.

Este año participan pirotécnicos de Colombia, Alemania, Rumania y Perú, además de creadores nacionales provenientes del Estado de México y de comunidades cercanas para conquistar miradas con sus estructuras de fuego diseñadas con precisión artesanal.

La feria no solo fue un espectáculo visual, esta edición se acompaño con temas musicales que tocaban a la par con los fuegos artificiales, sin duda, toda una buena experiencia. Además, también se ofrecieron muestras gastronómicas, juegos de feria, y el acompañamiento de la Banda Arqueros.

Algunos visitantes venían de ciudades cercanas como Morelia, Zinapécuaro y Queréndaro, pero también hubo presencia de turistas de Estados Unidos, interesados en conocer una de las tradiciones más explosivas del estado.

Mientras los castillos giraban y las granadas de luz iluminaban el cielo, los niños brincaban entre los puestos con alguna fastfood o algún algodon de azúcar en la mano, alzando la vista al igual que los adultos, para observar la décima edición de esta feria.

Por Asaid Castro/ACG