Más allá de los discursos, en México no se observa cambio alguno en materia de seguridad, por el contrario la incidencia delictiva ésta permanece como uno de los grandes flagelos sociales, consideró el diputado local por el Distrito de Puruándiro, Humberto González Villagómez.
El presidente de la Comisión de Seguridad Pública y Protección Civil de la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado, apuntó que este 2019 concluirá alcanzando los 36 mil homicidios dolosos en territorio nacional, es decir, un promedio de cien diarios, lo que posiciona este año como el de mayor número de casos registrados en México.
A partir de los datos dados a conocer por la organización nacional Causa Común, Humberto González Villagómez calificó como negro el panorama que se avizora para México, más si se toma en cuenta que aún y cuando frente a la realidad, la estadística y las diferentes voces de la sociedad han señalado el problema, desde la Federación no se observa intención alguna de cambiar, corregir y depurar su estrategia en materia de seguridad.
El legislador integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática subrayó que hoy día México no es un país seguro, y no existe claridad sobre la estrategia de seguridad que se viene instrumentando, en donde por el contrario, se percibe una postura que tiende el debilitamiento de instituciones como la Secretaría de la Defensa Nacional debido a las determinaciones que se toman sobre su actuación.
“Diversos reportes muestran como 2019 rompió records en materia de delitos, pero parece que no se quiere ver el problema; para octubre el delito de robo ya había rebasado las estadísticas de años anteriores, lo mismo que el feminicidio, por lo que la incidencia delictiva representaba un incremento del 5.2 por ciento en relación al 2018”.
Humberto González Villagómez puntualizó la necesidad de corregir o replantear la estrategia en materia de seguridad, ya que de lo contrario la situación puede derivar en un escenario de colapso social en donde las personas asuman la defensa de su seguridad por sus propios medios, experiencia que en el caso de Michoacán ya se vivió con saldos muy duros y adversos, por lo que no debe repetirse.