Jornaleros agrícolas de Álvaro Obregón, una pesada actividad, que les da para comer

Se levantan desde muy temprano para estar listos en el punto de encuentro, donde pasa el trasporte, un camión que los lleva a los terrenos agrícolas, un predio ubicado en la comunidad de Quirio, perteneciente al municipio de Álvaro Obregón, donde también se siembra la fresa, y se da oportunidad como jornaleros agrícolas, a quienes carecen de una oportunidad laboral, hombres y mujeres que han visto en ello la manera de llevar el sustento familiar.

Cuando hace varios años solamente eran conocidos Zamora, en Michoacán; e Irapuato, del estado de Guanajuato, como importantes productores de este fruto que a medida en que va avanzando la tecnología son cada vez más las tierras que se pueden aprovechar para el cultivo y exportación de esta frutilla.

Emma Marín

Emma Marín, es una de las pocas mujeres que trabajan en este terreno, explica que son únicamente cinco las que laboran por ser madres solteras, de su parte, ella lo hace para apoyar a su esposo Andrés, que también hace labor en el campo, pero lo que ganan apenas alcanza para comer y mandar a sus hijos a la escuela, entre otras necesidades básicas.

Homero Chávez García y José Antonio Cabello Chávez, respectivamente explicaron que ahora que se cuenta con oportunidades como esta, tienen más tiempo para compartir con sus familias, porque ya no tienen que salir a Alvaro Obregón, o municipios aledaños, como Morelia, lo que les absorbía gran parte de sus ingresos sólo en transporte.

Y aunque de sus casas en Quirio deben salir desde antes de las seis de la mañana para alcanzar el transporte, procuran obtener la mayor agilidad para poder cumplir con la cantidad requerida para la hora de salida, a las 14:00 horas, pero si es posible un poco más, también aumenta la paga, que aseguran, no está de más.

Son los jornaleros agrícolas, quienes aseguran que el trabajo es cansado, gran parte de la actividad la pasan agachados, pero que a final de cuentas vale la pena, por contar con un trabajo que les ayuda a solventar algunas de las necesidades, que les permite una actividad honesta, con la que el apuro ya no es tener que administrar tanto el dinero para decidir entre pagar transporte para ir a trabajar o comer.