Encuentro de Michoacán visitó Las Rosas, donde la familia Ábrego venera la aparición de imágenes divinas que desde el 2018 han provocado curiosidad y asombro en los pobladores de Álvaro Obregón.
Para llegar al sitio, hay que cruzar Isla de Tzirio y llegar a los límites con el vecino municipio de Acámbaro, Guanajuato, hasta donde desemboca el llamado Río Chiquito de Morelia.
Cruces blancas advierten la devoción que aquí profesan los seis hermanos, que aseguran reciben mensajes celestiales y mandatos divinos para construir dos capillas y una basílica.
El lugar está abierto a todo creyente o curioso. Llama la atención la capacidad de conversación y la elocuencia con la que transmiten su mensaje María de Lourdes, Mario, Silvino, Erasto, Gloria y Eulalia, a pesar de no contar con estudios; el que más curso el primer año de la educación primaria lo que le permite leer y escribir.
Gente de trabajo y de amor al terruño. Sus cosechas son para consumo propio, el agua de lluvia la almacenan y cuando escasea el Señor provee, aseguran.
El canal, lleno de lirio, parece otro al cruzar la cerca de Las Rosas; ellos mismos se encargan de su limpieza, a mano limpia; así, por décadas, han retirado la maleza acuática y los desechos sólidos que se acumulan. Testigo de ello es un montículo de neumáticos y plásticos de todo tipo.
Los hermanos nos conducen hasta la parte alta de Las Rosas, donde han montado una especie de altar con las rocas donde aseguran se encuentran gravadas las imágenes divinas.
Seguros de la misión que les ha sido encomendada los hermanos Ábrego llaman a los fieles de la Virgen Morena a creer y sumarse a la tarea de construir sus capillas y ya alistan el festejo para el próximo 12 de diciembre.