Tres evangelistas nos narran las tentaciones de Cristo en el desierto, narradas por el mismo Cristo, no había nadie más.
Cristo nos hizo capaces de amar y para amar nos tenía que hacer Dios libres y fue necesario probarnos con tentaciones, como lo hizo con Abraham a quien le pidió que le sacrificara a su único hijo Isaac, en el monte “Moria” Abraham paso esa prueba, no debemos ponernos en tentación, como ver pornografía o andar espiando a las personas bañar, meterse a los burdeles o a las cantinas o buscar algo para robar, pero las tentaciones se presentan solas.
Alguna vez le pregunté a mi confesor que pasaba de 80 años que yo tenía muchas tentaciones con las mujeres, que ¿Cuándo se acababan las tentaciones? Y me contestó que media hora después de muertos.
Las tentaciones como las leyes las pone Dios y nosotros tenemos que obedecer las leyes y vencer las tentaciones.
-Matrimonio entre un hombre y una mujer para siempre.
-Respeto a la vida, no matarás, por lo tanto tampoco dejes que te maten.
Amor de madre nunca se acaba y ni se jubilan, un niño en el seno materno no es parte del cuerpo de la mujer, si así fuera nacerían con él y no lo perderían en toda la vida pero resulta que lo adquieren con una relación con un hombre y a los 9 meses se le sale, o se lo sacan, el niño tiene una alma diferente, tipo de sangre diferente, ADN incluso muchas veces ni siquiera se parecen los niños a su mamá, así que cual parte de su cuerpo? Si quieren quitarse una mano, una oreja o un pecho, adelante, pero no se hagan tarugas, no se engañen.
El diablo tentó 3 veces a Adán y a Eva y cayeron.
1º. Glotonería- Fruto prohibido.
2º. Vanagloria- Seréis como dioses…
3º. Avaricia- “Conocerán el bien y el mal.
El diablo tentó a Cristo 3 veces:
1º.- Glotonería- Has que estas piedras…
2º. Vanagloria- Échate abajo
3º. Avaricia-Te doy todo estos si te postras…
Pero Cristo no cayó en la tentación.
A nosotros también el diablo nos tienta, según nuestras cualidades.
Cristo es tentado simplemente porque era humano y tenía que demostrarnos que si se puede vencer a la tentación y solo así podía salvarnos del pecado y del infierno.
El abuso de la libertad no tiene justificación, secuestros, asesinatos, abortos, son una barbarie, quienes lo hacen, no merecen ser llamados humanos, ni defendidos por los derechos humanos, sin embargo soy de los pocos que bautizan a los hijos de los sicarios, les hago su primera comunión, confirmaciones y son por los que más ruego ya no tienen remedio y las prostitutas también, con tanta sífilis, sida, gonorrea, etc. Se mueren pronto y los sicarios no pasan de los 25 años cuando los matan y se van al infierno si no los confieso.
Un gran ejemplo de resistir las tentaciones del demonio lo tenemos en el santo Job, quedó pobre, sin hijos, sin mujer, leproso y aun así no renegó, después tuvo su recompensa.
Había un cura y un vicario que nunca pronunciaban una maldición y criticaban al Padre Pistolas.
Estábamos comiendo y el cura llamó al vicario y le dijo; “valla y tizne a su madre ahí está en la puerta
Aije: “no que no disparabas pistolitas”
Pero me acordé que era miércoles de ceniza.
¡Que Dios los bendiga!