Nunca un presidente de México había motivado los extremos tan marcados en la ciudadanía en cuanto a su popularidad y aceptación; pero también a los malquerientes que, aunque son mucho menos, los tiene.
Y era de esperarse, pues de acuerdo a su línea de gobierno sintetizada en su frase de campañam ‘’primero los pobres’’, que son los más, frente a los potentados que se creían los dueños de la nación, pues los gobernantes siendo del partido que fueran gobernaran para servir a este grupo que ahora está volcado contra AMLO, utilizando para ello los medios de comunicación que en el pasado recibieron grandes cantidades de dinero por su ayuda al gobernante en turno a quien colmaban de elogios por lo poco que se hacía y tapaban las fallas y la corrupción que los caracterizaba. Y así, todos contentos, empresarios y gobernantes, claro es. Y el pueblo que aguante vara, y se apriete el cinturón.
Hoy las cosas han cambiado, primero está el pueblo, viéndolo bien, esta política de atención a los pobres igual beneficia a los ricos, pues si hay dinero abajo es seguro que llegará a los comerciantes y empresarios, pues sus ventas mejorarán significativamente.
Otra cosa más, con la primicia de este gobierno que es el combate a la corrupción. Todo puede cambiar para bien.